A las doce del mediodía Fernando Quijada estaba sentado en la acera frente al Abasto Bicentenario de la avenida Bolívar. Descansaba después de haber estado cinco horas de pie para esperando en forma infructuosa comprar detergente en polvo.
Beatriz Rojas / El Carabobeño
Le comentó a otro señor que es el segundo lunes que hace cola para obtener el producto y se tiene que ir con las manos vacías, por lo que tiró la toalla y ya no lo volverá a intentar porque es mucho el cansancio y el hambre que tiene que aguantar.
El receptor de sus quejas no se quedó atrás. “Esta es la primera vez que yo hago cola y será la última. Si mi mujer me quiere dejar que me deje, esto no lo aguanta nadie”.
El hombre comentó que salió de su casa en el barrio Bucaral de Flor Amarillo a las cuatro de la madrugada, exponiéndose a la delincuencia, porque su mujer le dijo que comprar en el Bicentenario era fácil. Ella se fue para el Kromi Market y lo dejó a él en la avenida Bolívar. Hizo su cola y cuando le faltaban 10 personas para llegar, el guardia anunció que se había acabado el detergente.
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