Para el sociólogo francés Alain Touraine, cree que el debilitamiento general de la democracia en muchos países tiene como causa última la progresiva separación entre la efectividad de la gestión pública y las demandas lógica de los ciudadanos. En el caso venezolano, la significación que debe tener el espacio del derecho de la ciudadanía casi inexistente por intereses mezquinos del proyecto ideológico continental llamado S. Siglo XXI.
En la Venezuela actual se observa el agotamiento de ciertas fórmulas gubernamentales centradas en el populismo estratégico, frente a un ciudadano que se identifica más con un cambio de gobierno, a través de la vía democrática del RR, como alternativa para resolver sus problemas inmediatos y cotidianos, frente a discurso ideológico trasnochado, aburrido y repetitivos que encuentran rechazo casi unánime por parte de la mayoría de los venezolanos.
Evidentemente, las personas quieren solucionar sus mayores problemas existenciales: el hambre, su seguridad, mejores servicios públicos, calidad de vida; además un grupo significativo de hombres y mujeres en paro aspiran trabajar y dejar de “bachaquear” porque esta actividad económica carece de seguridad social.
La situación de Venezuela está conectada a una crisis económica en ascenso, como consecuencia de un modelo económico reconfigurado sobre la base de un neo marxismo, articulado en su dinámica con la aproximación a la ingobernabilidad y la corrupción, teniendo como consecuencia inevitable el despilfarro, tema algunos especialistas en el área económica se atreven a decir que el país está al borde del colapso, quiebre y que la sumatoria de la deuda externa, la interna, y la de la filial estatal Petróleos de Venezuela PDVSA asciende a un total aproximado de $300 miles de millones de dólares.
Además, la crisis que vive a lo interno el gobierno de Maduro por diversos intereses endógenos y exógenos, ha derivado en una complejidad política, la urgencia para que se realice un referendo revocatorio este mismo año se mueve por la volatilidad económica, por la creciente demanda social que no puede cubrir financieramente su gestión. La crisis económica acelerara el proceso de la descomposición social, la caída en la anomia, saqueos y lo delincuencial, que sirve de justificación para activar el dispositivo de represión y criminalización en la población.
Caracterizando nuestra crisis de gobernabilidad democrática, se revela que tiene muchos entramados y potenciados por la ausencia de decisiones de las instituciones para solucionar democráticamente los conflictos localizados y que ponen en evidencia las tensiones existentes entre los requisitos de la democracia y los de la gobernabilidad. La crisis de la gobernabilidad democrática y la inestabilidad en las instituciones venezolanas, irrumpe en este momento histórico como protagónico: CNE.
Desde el primer momento que el rector Luis Emilio Rondón aseguró que la consulta RR podría hacerse el 30 de Octubre 2016. Emergieron voceros calificados del gobierno para asegurar que RR es “imposible” que se haga este año por motivos de tiempo y fraudes en las firmas. Las cuatro rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE) bajo una expectativa nacional sobre el tema RR, sólo se pronunciaron el pasado jueves en contra de las “amenazas, insultos y vilipendios” de las que aseguran son víctimas las autoridades femeninas del Poder Electoral por parte de la oposición, el presidente Nicolás Maduro expresó como buen compañero, su apoyo y solidaridad a las cuatro rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE) por los “ataques violentos y desequilibrados” comete en su contra el presidente de la Asamblea Nacional. En su laberinto el primer mandatario nacional gravita nacional e internacionalmente en busca oxígeno a través del diálogo o diálogos inducidos, renunciando a ver el “bosque” de la crisis económica y política que transita el país…lo grave el futuro del país está abstracto, Maduro no hace una comprensión final, objetiva de la naturaleza de la crisis convoca la urgencia del RR para este mismo año.
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