“Cuando los derechos y libertades individuales son coartadas y se establecen restricciones que amenazan la seguridad de los bienes particulares, se está ante la presencia de un sistema personalista y por ende de una dictadura. Para combatir este mal, es fundamental rescatar la institucionalidad y la separación de poderes frente a los desmanes de un ejecutivo que se cree todopoderoso”, así lo señaló el historiador José Alberto Olivar, profesor de la Universidad Simón Bolívar e investigador del Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad, en el marco del Congreso de Investigación e Innovación de la FACES de la Universidad de Carabobo que finalizó ayer 15 de julio en la ciudad de Valencia, estado Carabobo.
En su ponencia intitulada “Personalismo y legalismo desde la óptica de Jesús Muñoz Tébar a finales del siglo XIX”, Olivar trajo a colación los planteamientos de esta importante figura de la historia política venezolana, quien fue uno de los primeros en elucubrar los orígenes del grave problema del personalismo en el ejercicio del poder. “Las erróneas costumbres políticas heredadas de los tiempos de la colonia, marcó el devenir de la sociedad venezolana luego de alcanzada la Independencia. La clave para corregir esta tara que nos abruma, reside en la reforma de las costumbres sociales e individuales, por medio de la Educación, de manera de propiciar la formación de ciudadanos aptos para vivir en Libertad y Democracia”, resaltó el historiador.
En ese sentido, Olivar destacó la extraordinaria vigencia de aquellas ideas políticas para ayudarnos en el presente a comprender la gravedad de la situación que aflige a la gran mayoría de los venezolanos: “Un verdadero régimen Legalista no consiste en establecer o reformar las leyes, sino en la sujeción por parte de gobernantes y gobernados a cumplir las leyes vigentes que resguarden la Libertad de los individuos. Y para ello se necesita fortalecer las atribuciones del Poder Legislativo, léase hoy Asamblea Nacional, así como de la Sociedad Civil organizada, para vigilar y controlar cualquier desliz autocrático”, concluyó el profesor universitario.