A diferencia de años anteriores cuando el movimiento comercial y publicitario en el casco central de Puerto La Cruz se incrementaba significativamente en la víspera del Día del Niño, en este 2016, la festividad parece haber pasado por debajo de la mesa.
María Gabriela García / El Tiempo
Jugueterías y comercios asiáticos que ofrecen objetos para el entretenimiento infantil estaban desiertos y quienes entraban salían con las bolsas vacías.
En el interior de la juguetería Hobby 2000, ubicada en el Centro Comercial Madeirense, sólo se veían los tres empleados del comercio y una cliente con dos niños, mientras al frente había una larga fila de personas esperando para entrar al supermercado a comprar detergente.
En el centro porteño la situación fue similar: las personas entraban a los comercios de alimentos y productos de primera necesidad, en lugar de las ventas de juguetes.
Como “muy flojas”, describió el dueño de Electrónica Segar en la calle 5 de Julio, las ventas de juguetes, durante la semana previa al día del niño. Consideró que la situación económica de las personas sólo les permite cubrir sus necesidades básicas.
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