Barcelona ya puede presumir de ser una ciudad “dog friendly” en toda regla. Los perros, aquí, pueden viajar en el Metro (siempre que no sea en hora punta), visitar galerías de arte, entrar a multitud de tiendas y restaurantes (pueden consultarse en la web srperro. com) y disfrutar de la playa en verano. Este, de hecho, ha sido el último espacio conquistado, no sin reticencias por parte de vecinos, bañistas y asociaciones animalistas, reseña La Razón
El ejecutivo de Ada Colau quiso atender una de las peticiones más demandas por los amantes de los animales y diseñó una prueba piloto para que los canes pudieran tener una playa propia. El resultado de aquello ha sido un espacio de 1.200 metros cuadrados acotados en la playa del Llevant (junto al espigón) que cuenta con un bebedero, una ducha adaptada para los perros y otras dos para sus dueños, así como un servicio de limpieza especial con tratamientos específicos de desinfección para cumplir con la normativa de higiene.
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