Venezuela tiene paisajes insólitos en sus poco más de 1400 km de costa accesibles al turismo. Es un refugio de naturaleza ideal para cualquier aventurero y para aquel que quiera llenarse de Caribe. Playas hay muchísimas y muy distintas entre sí: de aguas frías, cálidas, tibias, tranquilas, con olas, con brisa y sin ella. Parece que Venezuela complace todos los gustos y cada una encierra una belleza particular, reseñó la página Matador Network.
La siguiente lista incluye sólo algunas de las playas más paradisíacas del país -que no te deberías perder-. Mencionarlas a todas… sería demasiado para un corazón de viajero. ¡Tenemos más de 300 islas y la mayoría de ellas, vírgenes!
1. Cabo Negro, isla de Margarita
Este es el punto más al norte de la isla y para llegar hasta ahí hay que caminar por la montaña cerca de 30 minutos, desde otra playa que se llama Puerto Real. No es una travesía exigente, sólo hay que tener cuidado con los abundantes cactus que también son bellísimos. Cuando caminas y encuentras ese paisaje, no lo crees. Solo bajas a bañarte en una orilla y en otra, a ser feliz y a emprender el camino de vuelta prometiéndote a ti mismo que algún día volverás.
2. El Americano, isla La Blanquilla
Esta isla forma parte de las Dependencias Federales y está al norte de la isla de Margarita. Únicamente se llega navegando: no hay casas, ni posadas, ni nada. Solo el paraíso convertido en distintas playas. Esta es el Americano, con su puente natural de piedra; sus corales llenos de colores y algunas cuevas para explorar. Anoten también estos nombres como bonus: El Yaque, Falucho y La Muerta (otras playas de la isla).
3. Cayo de Agua, Los Roques
Aparece en varias listas de National Geographic como una de las playas más hermosas del mundo. Y estamos seguros que es así. Es la playa más lejana a la que se puede llegar en el archipiélago Los Roques: son dos orillas que chocan y forman un puente natural de arena. Es tan insólito este cayo que también tiene pozos de agua dulce. Y ese color… ¡Ese color enamora!
4. Medina, Sucre
Es una de las playas más bonitas de la Península de Paria. Cuando vas llegando, puedes ver como todo el verde parece que tiene ganas de arropar el mar. Su agua es muy fría, de tonos verdosos, oscura y clara al mismo tiempo. Es el Caribe venezolano en su máxima expresión, rodeada de palmeras y mucha agua de coco. Solo provoca guindar una hamaca por allí y quedarse por una larga temporada.
5. Cayo Sombrero, Falcón
Parece una postal. Es una de las playas más visitadas dentro del Parque Nacional Morrocoy. Dicen los pescadores de la zona que en sus aguas hay siete tonalidades distintas de azul y no sabemos si es cierto. Lo que sí podemos afirmar es que la felicidad existe entre la sombra de las palmeras y ese mar sin olas -que es perfecto para practicar snorkel-.
6. Yapascua, Carabobo
Al sortear las olas, se llega a la ensenada de Yapascua en el Parque Nacional San Esteban. Es increíble porque a pesar de la brisa, el agua siempre es tibia y quieta. Cuando el sol sale en todo su esplendor, Yapascua comienza a jugar con sus azules. Este lugar está rodeado de montañas y como no hay nada, sólo naturaleza, es perfecto para acampar.
7. Tuja, Aragua
Este paraíso queda a 45 minutos de Puerto Colombia, en Choroní. Es una playa pequeña, de aguas muy cristalinas y tranquilas. Allí se puede acampar entre las palmeras, compartir tiempo con los pescadores y caminar 15 minutos hasta llegar a unas pozas que tienen toboganes naturales. Tuja es un pedacito de Caribe que apreciamos mucho.
8. Punta Delgada, isla La Tortuga
Es una de las varias playas de esta isla, que es la segunda más grande de Venezuela. Aquí hace mucha brisa, pero eso no importa entre tanto azul y toda la orilla que tiene para caminar sin prisa. Aquí se puede dormir en carpas, pasar el día contagiados de felicidad y ver el atardecer desde la playa de atrás que se llama Calderas y también tiene un toque turquesa hermoso.
9. Carenero, Los Roques
Es otro de los cayos lejanos en el archipiélago y en el que están todos los azules posibles. No hay olas, sólo un paisaje amplio que se abre y enloquece. Tiene dos playas y la que queda “atrás” es un poco más agitada por la brisa. Hay un solo restaurante y algunas casitas de pescadores. Es la tranquilidad que todos nos merecemos.
10. Zapara, Zulia
Que en uno de los estados más calurosos de Venezuela haya una playa tan insólitamente azul, es como un regalo merecido para los maracuchos. Pero no es solo eso, sino que está rodeada de dunas que pueden alcanzar hasta 30 metros de altura. Un desierto que termina en el mar.