En el año 1856 quedó abolida la esclavitud en Venezuela, así terminaba una de las más bochornosas etapas para los derechos humanos en el país. Paradójicamente un gobierno que se dice “Revolucionario” implanta una figura extraña que obligaría a trabajadores a realizar trabajos que no desean, eso es la resolución 9855.
El marxismo ha sostenido que dentro del capitalismo se explota al trabajador, se le mantiene en condiciones injustas que eran equiparables al trabajo forzado.En tal sentido, la defensa de los trabajadores ha sido siempre una de las banderas de la izquierda en todo el mundo. En nuestro país el gobierno ha resaltado estar presidido por un “presidente obrero” que entiende las necesidades de ese sector porque proviene de sus filas.
Sin embargo, contarían lo que deberían ser sus principios, este gobierno ha perseguido, maltratado y llevado a la miseria a los trabajadores; sindicalistas despedidos y presos por defender los derechos laborales, no discusión de contratos colectivos y salarios que bajo los estándares internacionales mantienen a los venezolanos en pobreza extrema.
En cuanto a la resolución 9855 el gobierno logró superar su record y ahora pretende obligar a los trabajadores a realizar los trabajos que el Estado disponga. Solo las peores dictaduras totalitarias del siglo XX, impusieron trabajos forzados en condiciones de semi-esclavitud.
Por su parte, Maduro evoca con su decisión a los trabajos forzados en los campos de concentración Nazi y a los trabajos forzados en Siberia impuestos por el camarada Stalin.
La facultad de transferir al campo a empleados públicos y privados, para realizar trabajos que no desean, sin necesidad de contar con el consentimiento de los trabajadores involucrados, excede los límites que puede permitir el estado de derecho en un país que se dice democrático. Ni siquiera durante un estado de excepción como lo es una “emergencia económica” se pueden suspender los derechos básicos de los ciudadanos como pretende hacer Maduro.
Hoy a 162 años de abolida la esclavitud en Venezuela ningún venezolanos debe ser forzado a realizar trabajos que no desee, el gobierno sube la apuesta y no solo pretende controlar los precios, la producción, la circulación de bienes sino que ahora quiere controlar la vida de los venezolanos. El gobierno solo conoce la receta totalitaria para resolver la crisis, esa misma que ha fracasado, por eso es solo con el cambio que lograremos que florezca la economía.