Will Smith (Deadshot) y Margot Robbie (Harley Quinn) son algunos de los componentes del “Escuadrón suicida”, una banda de villanos encargados de salvar el mundo en la nueva película de superhéroes de Warner Bros, que se estrena ahora.
EFE
Pero las apariencias engañan, pues bajo la fachada vil y repleta de tatuajes “los chicos malos también tienen problemas de autoestima, pues no se creen dignos de nada y piensan que no tienen ninguna cualidad valiosa”, afirmó la bella y sonriente actriz australiana a Efe, durante la promoción de la cinta en Londres.
“Ver esa lucha es lo que les hace interesantes y fácil de identificarse con ellos”, añadió Robbie, que interpreta a “Harley Quinn”, la psicótica y sexy novia de “El Joker”.
“Me gusta que (Harley) tenga esa fuerza física pero esa debilidad emocional ante el Joker y su propia autoestima”, explicó la conocida por protagonizar “El lobo de Wall Street” junto a Leonardo DiCaprio.
Coincide con esta idea el director del filme, David Ayer, quien matizó que la película “tiene un mensaje humano”.
“El bien existe en cada uno de nosotros”, apuntó Ayer, incluso si eres “Deadshot” (Will Smith), el sicario con la mejor puntería del universo de DC Comics; un ladrón alcohólico, como “Capitán Boomerang” (Jai Courtney) o el exmiembro de una banda latina que calcina vivos a sus enemigos, como es “Diablo” (Jay Hernandez).
“La película es muy diferente del resto de películas en su género”, dijo el también director de la producción bélica “Corazón de acero” que, pese a ser estadounidense, habla español con un fuerte acento mexicano.
Ayer defendió su creación de los comentarios negativos que ha publicado la prensa, argumentando que “los críticos son muy de la vieja escuela y tienen cierta forma de ver el mundo, pero esta película es para la gente real, la gente normal”.
Adelantó además que ya tiene en mente una futura producción con el “Escuadrón Suicida” porque ahora debe “apoyar” a su “familia”, ironizó, en referencia a los actores que componen el clan de supervillanos.
Todos los intérpretes del filme que asistieron a la premier de Londres afirmaron que son un grupo de amigos también detrás de las cámaras y lo demostraron enseñando sus tatuajes de “SKWAD”, escuadrón escrito con faltas de ortografía, porque así aparecía en uno de los guiones originales.
Pero lo más peculiar de estos recuerdos permanentes es que se los hicieron los unos a los otros.
En el caso de Ayer, fue Margot Robbie la que le tatuó: “fue algo muy lindo, la ‘vibra’, la emoción, la química…no sé qué estaba pensando…pero aquí está”, dijo el director señalando su brazo.
“Se lo hice mientras ajustaban las luces del plató, en 10 minutos”, contó orgullosa la joven actriz australiana, que entre risas relató que lo hizo vestida como “Harley Quinn” y que Ayer le intentaba meter prisa mientras le marcaba el brazo.
También pasaron bajo la aguja otros miembros del escuadrón como Cara Delevingne (Enchantress) o Jay Hernández (Diablo).
Según Hernández, el estadounidense que en esta película puede controlar el fuego, él fue el “más listo” porque dejó que todos los demás se lo hicieran primero y fue “el último en tener uno”, cuando ya se había perfeccionado la técnica.
También hizo sus pinitos con la máquina tatuadora Will Smith, quien marcó a Joel Kinnaman, en el papel de “Colonel Rick Flag”, el único personaje del escuadrón sin superpoderes.
Pero para el actor sueco esto “fue un error enorme”, una crítica de la que se defendió el cómico Will Smith: “creo que lo puedo hacer mejor, dame una segunda oportunidad, solo fue porque no tenía las gafas cuando te lo hice”.
La simpatía que sienten unos por otros y el compromiso que los actores mostraron ante la película, al tatuarse, prueban que las estrellas de Hollywood se lo pasaron en grande rodándola y que no les importaría repetir la experiencia si la trama se convierte en un taquillazo este verano.