Ni siquiera un inconveniente de indumentaria de última hora pudo evitar que el nadador Michael Phelps ganara su 21 medalla de oro olímpica para Estados Unidos en los Juegos de Río.
El atleta olímpico más condecorado de todos los tiempos, ahora con una colección sin precedentes de 25 medallas, rompió la gorra de natación justo antes del comienzo de la final de los relevos 4×200 libres.
Su compañero de equipo Conor Dwyer nadó el primer tramo y luego le entregó la suya, dándola vuelta para evitar cualquier conflicto con patrocinadores rivales. Phelps usa su propia marca MP realizada por la compañía italiana Aqua Sphere.
“Terminé mi relevo y me tocó el hombro cuando estaba animando a Townley (Haas)”, contó Dwyer a periodistas. “Lo escuché decir: ‘Diddy, mira mi gorra. No tengo gorra’. Así que le dí la mía”, agregó.
“Tenemos diferentes patrocinadores (…) creí que tenía que usar una gorra toda negra, así que le dimos la vuelta y se la puso. Lo hemos visto pasar por muchas adversidades como ganar medallas de oro sin lentes, de modo que una gorra diferente no le iba a impedir tener un buen tiempo”, dijo Dwyer.
Dwyer entregó el relevo a Haas, quien fue seguido por Ryan Lochte antes de que Phelps nadara la siguiente etapa para obtener la victoria.
En la final de mariposa de los Juegos de Pekín 2008, Phelps se quedó con el oro a pesar de haber nadado con las gafas llenas de agua por lo que tuvo que contar sus brazadas.
Reuters