“A nadie debe sorprender la terquedad continuista del gobierno y su vocación represiva, pues, advertido desde hace muchos años, cuenta con las características universales de toda propuesta totalitaria”, enfatizó el diputado opositor Luis Barragán al referirse a la ratificación de la condena de Leopoldo López.
“Décadas atrás, cuando ellos equivocaron el camino y fueron aprehendidos, supieron no sólo de un justo juicio, un lugar adecuado de reclusión y una oportuna sentencia que, al poco tiempo, se tradujo en el indulto o sobreseimiento para abrir cauce a la pacificación democrática del país, como efectivamente se hizo e implementó. Acentuado en los últimos años, al régimen poco le importa el respeto de los derechos humanos y el cumplimiento de las garantías constitucionales, por lo menos, en relación a sus opositores y disidentes por pacíficos que fuesen, maniobrando incansablemente con procesos judiciales que se prolongan, aunque no todos los presos políticos gozan de tales procesos, permaneciendo – incluso – incomunicados”.
Acotó el diputado Barragán: “Los cuadros fundamentales del régimen están hecho de un raquítico marxismo, pero de una devoción fanática hacia el superviviente Fidel Castro, convertido Chávez Frías en una superstición que hubiese hecho reír al bolchevique más modesto. Incluso, hay odios viscerales, resentimientos ya viciosos y revanchismos convertidos en un caso clínico, que no se compadecen con la más elemental perspectiva de análisis en torno a la lucha de clases, por ejemplo, porque de hacerlo tendrán que aceptar la existencia e imposición de una poderosa boliburguesía que capturó la renta petrolera y se convirtió en una mafia, lumproletarizando al país”.