Venezolanos desesperados buscan cómo emigrar

Venezolanos desesperados buscan cómo emigrar

Venezolanos-desesperados

 

Ante la incertidumbre con la que viven los venezolanos frente a la crisis económica y social que se vive en el país, a diario aumenta el número de emigrantes en busca de mejores destinos para vivir, publica El Impulso.

Por Mariángel Massiah/Foto: Stiven Valecillos/ Juan Brito |El Impulso

Muchos de ellos consideran que es toda una travesía conciliar los documentos requeridos para realizar el proceso debidamente, convirtiéndose en un tarea ardua y tediosa, pero necesaria al momento de mudarse.

Más de 1.800.000 venezolanos se encuentran fuera del país, cifra que representa cerca del 7% de la población. Los principales destinos, según las estadísticas, son: Colombia, Panamá, Argentina, Chile, México, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia y Australia.

El perfil del emigrante para este año son núcleos de familias completas: parejas con niños pequeños que buscan una mejor vida para sus hijos, estudiantes que desean profesionalizarse en universidades públicas que no se enfrenten a paros continuos, profesionales que anhelan ejercer con sueldos que les permitan adquirir vivienda y automóvil, y adultos mayores que no tienen cómo adquirir sus medicamentos en el país.

Entre las principales razones por las cuales los ciudadanos emigran está la inseguridad, representada en el miedo al robo o a morir en manos de la delincuencia; así como también la falta de medicinas y de alimentos, las limitadas oportunidades de empleo y los bajos salarios, según se desprende de la encuesta realizada por periodistas del diario EL IMPULSO a los próximos emigrantes de este país.

Pasos para salir del país

Tres de cada diez venezolanos tienen un familiar en otro país, más del 80% de los entrevistados afirmó contar con un conocido que “abrió camino” en otro territorio y lo puede recibir mientras busca un buen empleo y se independiza (el proceso toma entre cuatro y seis meses).

María Angélica Montero tiene planeado migrar a Panamá a principios del próximo año, mientras, finaliza todos los trámites legales y vende sus pertenencias. Ella se va del país junto a su esposo Jean Carlos Meléndez y su hija de cuatro años. Explicó que existen emigrantes que arriesgan todo y se van sin un plan de acción; en su caso tiene más de un año planificando su ida, de forma legal, segura y poco riesgosa.

Considera que dependiendo de la edad y ocupación de cada persona, los procesos varían. En su casa, tanto su esposo como ella son ingenieros civiles, ambos se dedicaron este año a la tarea de apostillar sus títulos, la partida de nacimiento de la hija, renovar el pasaporte y vender sus pertenencias.

“Nos vamos simplemente porque a pesar de que somos jefes del departamento donde trabajamos, el dinero no nos alcanza para vivir dignamente como años atrás, no queremos que nuestra hija sufra las consecuencias de un país quebrado económica y socialmente. Nos vamos con el dolor de nuestra alma dejando a gran parte de nuestros seres queridos, pero con el favor de Dios los iremos recibiendo a todos mientras la situación del país cambia, si es que alguna vez lo hará”, expresó Meléndez.

Apostillar documentos

Para todos los que deseen trabajar en el país de destino, es necesario que la firma del documento que les exija el empleador tenga validez en el exterior (pueden ser: títulos universitarios, pensum universitario, partidas de nacimiento, constancia de registros comerciales, entre otros). Esto permite suprimir la legalización de documentos públicos extranjeros en todos los países miembros.

Los profesionales que desean ejercer fuera del país deben apostillar su título académico. La apostilla es una acotación que lleva el texto original, dicha certificación o sello fue acordado por los 110 países que pertenecen a la Convención de La Haya.

El apostillado, principalmente, se realiza en el Registro Principal y para realizar el proceso, anteriormente el documento tiene que estar certificado o legalizado en la notaría correspondiente.

Posteriormente se debe solicitar una cita para firmar los documentos, a través de la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores, en la sección Servicios, apartado Legalización y Apostilla e indicar los escritos que se deseen apostillar. La persona debe asistir el día de la cita y cumplir con los requisitos y procedimientos por cada tipo de documento a tramitar.

Algunos usuarios en las filas manifestaron que la cita, por la alta demanda, puede tardar hasta tres meses en ser consignada. Inclusive, uno manifestó que ya para este año no quedan citas. No obstante, algunos recurren al pago de un notario que les agiliza el proceso y cobra entre 15.000 y 25.000 bolívares.
Renovar pasaporte

Hasta ocho meses antes de su vencimiento, los venezolanos pueden renovar el pasaporte. Las citas deben ser solicitadas a través del portal del Saime, y son asignadas entre 2 y 3 semanas (el usuario es notificado por un mensaje de texto). Es un proceso que se extiende a todo un día por la cantidad de solicitantes (pueden ser hasta 500 personas). El pasaporte actualizado es entregado entre los 15 y 30 días siguientes.

Hasta ahora, es uno de los trámites menos tediosos y fáciles de realizar entre los pasos para emigrar. Sin dejar de lado, que el más difícil es obtener los dólares para comprar los pasajes y sobrevivir los primeros días de estadía, puesto que la mayoría de agencias de viajes venden los billetes de vuelo entre 250 y 1200 dólares, dependiendo de la temporada, la distancia y el número de escalas.

“No es fácil quedarse en el país, mucho menos irse a una tierra ajena, donde puede que no conozcas a nadie, no estén tus familiares ni te sientas como en casa. Pero entre vivir desesperada en tu tierra, donde el hambre, delincuencia y enfermedad te matan y vivir añorando eternamente a quienes dejé, prefiero llorar desde lejos por el país que dejé”, expresó la estudiante de ingeniería informática, Kelly Rodríguez.

Dentro de las filas para apostillar los documentos, una pareja comentó que este mes decidieron irse por su hijo de cuatro años, ya que a medida que pasa el tiempo, la situación se va agudizando. “No queremos que nuestro hijo crezca pensando que esto es lo único que existe”.

A su vez, relataron que tienen amistades que se han marchado con urgencia del país sin apostillar o legalizar ningún tipo de documento. “Estamos frente una crisis tan aguda, que cualquier persona que consiga una oportunidad para irse del país, no debería ni pensarlo. Con el salario mínimo de muchos países se puede vivir mejor que ganando un “salario alto” en Venezuela”.

Testimonios

Ruth Santos: El dinero no alcanza

Hoy apenas estoy legalizando mi título, para apostillar tengo que esperar hasta noviembre por la gran cantidad de citas que piden a diario. Tengo dos opciones para irme,Ecuador o Brasil, en ambos países tengo amistades y todos están dispuestos a brindar una mano pagándome el pasaje para poder salir. Ya este año decidí irme del país porque no se soporta la situación, soy profesional, tengo un buen cargo porque lidero la empresa donde trabajo y ya tengo vivienda propia, pero sin embargo es imposible incluso con un sueldo elevado en comparación del mínimo, hacerle cargo a todas las responsabilidades.

Simón Cadenas: Morimos de hambre

Tengo dos meses en este proceso tratando de renovar el pasaporte, no había visto nunca un lugar donde tuviese que durar todo un día en un cola para hacer el trámite. Hago esta diligencia porque me voy del país antes de que me mate el hambre. Pienso salir hacia Colombia y luego a Curazao, me llevo a mis familiares. Aquí dicen que sí hay comida pero los precios son exagerados, cada día aumentan el 1.000%. El dinero solamente da para medio comer y más nada.

Andrés Montaño: Colapsada cita para apostillar

Soy ingeniero en Informática, egresado de la UCLA desde hace un mes. Ya tenía pensado que cuando finalizara mi carrera universitaria me iría del país. A pesar de que este país me dio mi título es imposible que un profesional ejerza con un sueldo digno que le permita hacerle frente a sus necesidades. Si uno pudiera sostenerse en este país, no dudaría en quedarme. Actualmente me encuentro realizando todos los trámites para apostillar mi título, pero lamentablemente las citas están colapsadas y tengo que esperar para el otro año, o simplemente pagarle 15.000 bolívares a un gestor para que me acelere el proceso.

Reinaldo Quintero: Ayudar a la familia

Desde hace dos meses pedí la cita para apostillar mi título en Relaciones Industriales. Pienso irme junto a mi esposa e hija para Perú dentro de dos meses. Principalmente me voy por mi niña de cuatro años, no veo el futuro en un país azotado por una gran inseguridad. Además mi padre tiene Parkinson y por ningún lado se puede conseguir su medicamento, pienso viajar y cada cierto tiempo, traerle sus fármacos, ya que por los momentos se queda en Venezuela. Mientras mis familiares no se puedan ir, desde afuera los estaré apoyando en lo que necesiten.

Profesionales en el exterior

90% de los emigrantes tienen estudios superiores, 40% maestrías y 14% doctorados, por dicha situación cada persona que planea irse de Venezuela analiza el campo de trabajo (específicamente de su carrera o profesión) en varios países, para escoger el que más le convenga.

Gabriel Cabezas estudió Gastronomía y en su búsqueda por irse del país, analizó el campo de trabajo de la cocina en distintos zonas de Latinoamérica. En su investigación, consiguió que uno de los mejores destinos en América para ejercer como chef es Chile; al contar con gran cantidad de escuelas, empleos y material con el cual trabajar.

Esta realidad, hace necesario que cada profesional estudie cómo podrá desenvolverse en el país que elija como su segunda tierra.

“Muchos cuando nos vamos, de una vez pensamos que como ganaremos en dólares tendremos mucho dinero y lujos. Hay que entender que es un gran sacrificio y a pesar de que vayamos con un gran título hay que ir escalando un buen empleo poco a poco”, expresó Carolina Mendoza, quien emigró de Venezuela hace dos años.

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