Caracas, como cualquier ciudad, para su prosperidad y la de sus habitantes, necesita ser una ciudad competitiva. Nuestra ciudad debe ser un espacio propicio para prosperar. Por ello, es indispensable convertir Caracas en una ciudad donde el comercio y los servicios se puedan desarrollar con seguridad y libertad, así como las iniciativas emprendedoras gocen de oportunidades institucionales e incentivos adecuados.
Caracas, para su recuperación, necesita ser un lugar donde los venezolanos, incluyendo a los que hoy hacen vida fuera de nuestras fronteras, y empresas del mundo quieran venir a invertir y generar valor y empleo. Para prosperar necesitamos empleo, y el trabajo viene de la mano con la inversión y emprendimiento, autopistas para la superación estructural de la pobreza.
Pero ningún negocio prospera sin un entorno propicio, en el que la libertad y seguridad económica sea una constante. Es una realidad que los países con mayor índice de libertad económica obtienen mejores resultados. Aquellas economías más libres tienen un mayor crecimiento económico, ingresos per cápita, salud, educación, sostenibilidad y, que es nuestra prioridad, niveles bajos de pobreza. Se trata de aspectos indispensables para la Venezuela de hoy.
No es para nada sorpresa que según el “Índice 2015 de Libertad Económica” estemos en el antepenúltimo lugar, solo por delante de Cuba y Corea del Norte. La crisis del venezolano día a día, las colas infinitas por comida y los precios escandalosos confirman nuestra ausencia de libertades.
En términos de libertad económica, las ciudades también pueden competir diferenciadamente unas de otras. Es importante mantener en consideración que por condiciones demográficas y exigencias democráticas y de calidad de los servicios públicos, el centro de la política seguirá cediendo cada vez más el rol protagónico de los estados-nación a las áreas metropolitanas.
Sin embargo, para implementar las transformaciones necesarias, se requiere, en primer lugar,el cambio político en Venezuela. El país tiene que recuperar el Estado de Derecho, controlar el tamaño del gobierno, fomentar en todos los niveles la libertad empresarial, laboral y monetaria y tener una mayor apertura a los mercados; además de retomar el camino descentralizador, donde las ciudades sean el centro de la política y las alcaldías tengan mayor capacidad política y legislativa y manejen un nivel mayor de gasto público.
La MejorCaracas, la Caracas productiva y dinámica aumentará el nivel de ingresos de sus ciudadanos, así como con un aumento de la oferta de bienes y servicios en la capital, entre otras políticas,pondrá fin a la escasez y contribuirá a bajar el costo de la vida. Una economía inteligente es aquella que saca el máximo provecho de la globalización y abre sus puertas al talento internacional. Caracas, por su posición geopolítica estratégica, puede convertirse en epicentro de grandes eventos internacionales, que eleven nuestro estatus como ciudad.
Los países y las ciudades no son prósperos necesariamente por sus condiciones geográficas o por tener petróleo, como hemos creído durante mucho tiempo. La riqueza de Caracas se la dará una apuesta decidida por las personas en un marco de libertad para crecer. Para nosotros la libertad es el empoderamiento del ser humano para que goce de un mayor número de oportunidades y, con base a su esfuerzo y a su talento, pueda definir sus sueños y como alcanzarlos.