Aunque no queramos el tiempo pasa, es una realidad. Un día abres los ojos (unos más tardes que otros, todo hay que decirlo) y te das cuenta de eres independiente, ya no vives con tus padres y tu hermano pequeño se ha hecho mayor. Igual que tú. Miles de anécdotas de la infancia se han quedado atrás y las relaciones fraternales ya no son como antes. ViajesBoletin
Ya sea por la madurez, por la pareja, por la fuga de cerebros o porque simplemente no nos apetece vivir en la misma ciudad en la que nacimos. Hay una infinidad de motivos para explicar por qué no vemos a nuestra familia cada domingo o por qué no quedamos con nuestros hermanos todas las semanas. La distancia física (y a veces emocional) o el mero hecho de hacerte mayor hace que sea difícil mantener el trato diario que teníamos cuando éramos niños y vivíamos bajo el mismo techo. Hay que asumirlo. La gente se hace mayor, mirad al elenco de Padres Forzosos, por ejemplo. ¡Ni ellos pudieron luchar contra el tiempo (aunque lo sigan intentando)! Ya no nos peleamos con nuestra hermana porque nos coge la ropa sin permiso, ni con nuestro hermano porque nos ha dado una colleja con la que nos ha hecho ver las estrellas, ni le seguimos diciendo al más pequeño de la casa que le encontramos por accidente en la basura. Pero entonces, ¿cómo mantener esa estrecha relación fraternal? Aunque si estás leyendo Traveler, ya te imaginarás cuál es la solución… La respuesta es viajando.
En su momento, ya te explicamos que viajar es bueno para la salud o que te hace más sexy, hoy te explicamos por qué deberías viajar con tu hermano/a a solas, sin padres, ni primos, ni parejas. Aquí van las seis razones:
1. MEJORA LA RELACIÓN
El trabajo, los amigos o la distancia impide mantener la misma relación que cuando vivíais en la misma casa. “Viajar es una oportunidad excepcional para estrechar la relación y compartir todo aquello que por las obligaciones familiares no tenemos ocasión”, afirma Alberto Bermejo, Psicólogo Clínico en el Gabinete de Psicología Eidos. Como explica Cristina Noriega, profesora del Departamento de Psicología y Pedagogía de la Facultad de Medicina en la Universidad CEU San Pablo, “compartir experiencias juntos y crear nuevos recuerdos nos acerca emocionalmente a la persona con la que hemos compartido esos momentos y, por tanto, fortalecerá la relación”.
2. AYUDA A CONOCERSE MEJOR
¿Sabías que tu hermana tiene una capacidad innata para regatear en los hostales? ¿Y qué tu hermano tiene mejor orientación que Marco Polo? “Podemos pensar que sabemos todo de los hermanos por el mero hecho de ser familia, pero esto es un error. Siempre nos pueden sorprender”, explica Cristina Noriega, profesora y terapeuta familiar en el Instituto de Estudios de la Familia de la Universidad CEU San Pablo.
3. COMBATE EL DISTANCIAMIENTO
En una época en la que migrar suele ser estar a la orden del día, las familias han cambiado y ya no se ven todas las semanas, ni siquiera todos los meses. Cuando hay cientos de kilómetros que te separan, viajar es una herramienta mucho más útil que el Skype o el whatsapp. Aunque sea difícil de creer, el móvil no es la solución para todo. Según Noriega, la distancia geográfica y la dificultad para tener contactos en persona puede contribuir a un distanciamiento emocional con la familia. “Una opción que puede ayudar a fortalecer los vínculos familiares son los pequeños viajes. Sin embargo, esto no será suficiente si no cuidamos la relación en el día a día”. Por su parte, Bermejo añade que “con el tiempo cada hermano toma su camino”, por lo que organizar una escapada, aunque sea de fin de semana, “nos ayudará a no olvidar que pertenecemos a una misma familia”.
4. AUMENTA LA CONFIANZA
Sobre todo cuando el matrimonio y los hijos entran en juego, disfrutar de tiempo para vosotros se hace cada vez más complicado. El hecho de compartir tiempo juntos y, lo más importante, a solas es fundamental, ya que “permite construir un puente de comunicación, creando un espacio de confianza e intimidad”, señala la profesora de la Universidad CEU San Pablo.
5. SE CREAN NUEVOS RECUERDOS
Seguro que si os juntáis podéis estar hablando horas y horas de las mejores anécdotas de vuestra infancia, pero ¿y si alguien os preguntara por la mejor historia que compartís desde que sois adultos? Viajar sirve para compartir tiempo de calidad y así crear nuevos recuerdos. De esta manera, en la próxima cena de Nochebuena o en una comida de cumpleaños podréis contar esa vez que tu hermana hizo autoestop en Portugal o esa otra que tu hermano se perdió en el metro de París. Como dice Cristina Noriega, “los recuerdos y el tiempo compartidos fuera de la rutina del día a día promociona estas relaciones positivas”.
6. YA LO DECÍA VITO CORLEONE, LA FAMILIA ES LO MÁS IMPORTANTE
Desde el Gabinete de Psicología Eidos, sostienen que “la relación de hermanos es muy especial. Este tipo de relaciones es la que se considera entre las más largas en la vida de una persona”, por lo que es necesario conseguir sacar algo de tiempo para cuidar este vínculo tan importante. Puede que ya no compartáis habitación, ni heredes sus libros de primaria, ni se chive y le cuente a tu madre tu última trastada, pero siempre seréis hermanos. No solo compartís un 50% de vuestros genes, sino que os unen años de experiencias, vivencias y recuerdos juntos. ¿A qué esperas para llamar a tu hermano o tu hermana y preparar vuestro próximo viaje juntos?