El nombre de estos maravillosos primates proviene de la palabra alouatta utilizada en un dialecto de la familia lingüística Caribe, su significado es “aullador”. Precisamente, estos monos aulladores son popularmente conocidos por sus coros, los más ruidosos entre los primates de todo el mundo; los llaneros en Venezuela y Colombia describen este sonido como una fuerte brisa y hay quienes aseguran que presagian aguacero.
Los monos aulladores son los primates de mayor tamaño en el continente americano, su cuerpo puede medir hasta 70 centímetros, y si incluimos su larga cola el tamaño se duplica; desafortunadamente, encontrar colas en un bosque no es menos engorroso. A pesar de ser relativamente grandes, su pelaje de color rojizo oscuro los ayuda a camuflarse muy bien entre el follaje verdoso de los árboles. Su comportamiento característicamente elusivo tampoco es de mucha ayuda, generalmente al notar la presencia de un extraño interrumpen su actividad y sigilosamente buscan resguardarse en lo más alto del dosel de los árboles. Allí permanecen paralizados sin emitir sonido alguno.
¡Los aullidos de estos monos se pueden escuchar hasta cinco kilómetros de distancia! Pero este potencial no es gratis, para poder producir un aullido tan potente los monos poseen una garganta realmente expandida, específicamente la hioides, un hueso situado en la parte anterior del cuello, que en esta especie se ha agrandado generando una especie de cámara de resonancia. Esta cámara es considerablemente grande en los machos adultos y su efecto queda claro en los aullidos que emiten. Son los machos los que dan comienzo y fin al coro. Sin embargo, los juveniles y hembras también participan. Es realmente fascinante observar a estos monos reunidos para el atardecer en las ramas de una gran Ceiba, los machos se acercan unos a otros y, en posición, inician el último coro del día, pronto el resto de la tropa se une y facultativamente contribuyen con aullidos y rugidos. Algunas veces los coros se prolongan por horas y pareciera que toda la energía que ahorran en sus actividades diarias la utilizan para producir tales sonidos.
Es curioso que, habitando las selvas más verdes y exuberantes del planeta, no sea más común el vegetarianismo entre los primates. En América, la familia de los aulladores es única entre los primates en mantener una dieta exclusivamente vegetariana. En su dieta incluyen frutos, semillas, tallos, flores, yemas y una alta proporción de hojas. En el resto del mundo sólo existe otra familia que mantiene una dieta similar, los Colobinos de África y Asia.
Despiertan muy temprano en la mañana y se alimentan sin interrupción por un par de horas, luego buscan una rama sombreada para descansar por un par de horas más. Este ciclo se repite aproximadamente cuatro veces por día hasta que llega el atardecer y los monos se retiran a pasar la noche resguardados en lo alto de un árbol. Ciertamente para los aulladores comer y dormir son las actividades predilectas, pero no las únicas. Los más jóvenes invierten parte de su tiempo en acrobacias y otros juegos con sus contemporáneos. A los adultos, en cambio, pocas veces se les ve interactuando con otros miembros de la tropa, a excepción de las hembras que frecuentemente tienen contacto con los infantes y juveniles para cargarlos, amamantarlos o acicalarlos. Considerando que la mayor parte de estas actividades requieren de poca energía podemos imaginar lo inactivos que son los monos aulladores y cualquiera que los haya observado por lo menos media hora puede notar su sedentarismo en comparación con otros monos. Pero, ¿qué hace a los monos aulladores particularmente inactivos? La respuesta está en su dieta estrictamente vegetariana, cualidad que los diferencia entre los primates.
Las partes de las plantas, especialmente sus hojas, son alimentos muy altos en fibras, indigeribles para la mayoría de los mamíferos. Para digerir la fibra y sacar el mayor provecho nutricional de ella es necesaria la intervención de bacterias fermentadoras. Ésta es la estrategia principal que utilizan las vacas y otros rumiantes para digerir su dieta de gramíneas: tienen un pre-estomago poblado con estas bacterias que pre-digieren la fibra antes de pasar al estómago verdadero donde ocurre la digestión tal y como la conocemos. Por otro lado, la inactividad de los monos puede ser vista como una consecuencia de lo pesada y voluminosa que son las dietas fibrosas y el tiempo prolongado que se requiere para su digestión.
Recuerden que debemos vivir con responsabilidad ambiental y que el futuro de nuestras generaciones comienza por ti.
Cortesía de Revista Río Verde.
Textos: Alejandra Aponte
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