“En nuestro país estamos perdiendo más de 190 niños mensuales por desnutrición en neonatos. Nuestros niños se están muriendo”. Con esta alarmante cifra la diputada Karin Salanova, presidenta de la Subcomisión de Niños, Niñas y Adolescentes de la Asamblea Nacional justificó su preocupación por lo que ocurre actualmente en Venezuela. La parlamentaria recorre el país para levantar informes y denunciar en cada entidad la situación crítica en la que se encuentran la infancia Venezolana.
“Según cifras de la UNICEF en Venezuela la mortalidad infantil aumentó en 100 por ciento y el Zulia es el estado con el mayor número de casos de niños desnutridos”; por lo que Salanova junto a Juan Pablo Guanipa, diputado a la Asamblea Nacional, realizaron una visita al Hospital Chiquinquirá en Maracaibo, donde constataron las precarias condiciones en las que son atendidos cerca de sesenta niños y niñas en condición de desnutrición. Además introdujeron en la Defensoría del Pueblo del Zulia un documento en el que demandan atención para los afectados.
“El defensor del pueblo, Tarek Williams Saab, dice que aquí no hay crisis humanitaria, probablemente porque los defensores delegados no le están enviando la información de cada estado. Por eso estamos recorriendo cada región del país y llevando el informe de esa región al defensor del pueblo de esa entidad a ver si así Tarek se entera de lo que verdaderamente está pasando”.
Desde 2012 el gobierno dejó de informar las cifras sobre los resultados de sus políticas públicas de atención a la infancia, lo que a juicio de Juan Pablo Guanipa, “es un intento de ocultar lo inocultable”. “Lo que se vive en el hospital Chiquinquirá es la consecuencia de lo que se vive en las casas de la mayoría de los venezolanos. Hemos visto en todos nuestros recorridos pueblo a pueblo por el Zulia y barrio a barro en Maracaibo y San Francisco que los niños se están literalmente muriendo de hambre. Esto nunca debió pasar en un país que en la última década recibió los más altos recursos que ha tenido cualquier gobierno en toda la historia republicana de Venezuela, con un petróleo a 140 dólares el barril”.
Durante el recorrido por el Hospital Chiquinquirá se constató la permanencia de cerca de sesenta niños con desnutrición. “En el piso 3 del hospital hay once camas y en el piso 7 hay cerca de cuarenta camas. No hay aire acondicionado, los niños se enferman de la piel y de las vías respiratorias porque en su estado tienen las defensas bajas y el calor de estas áreas son un caldo de cultivo para bacterias, hongos y demás. No tiene agua, está saturado de gente. Señor gobernador usted vino hace un mes a este hospital, usted prometió resolver el problema del aire, no lo resolvió por cuánto tiempo tenemos que esperar para que lo resuelva”.
El personal del hospital aprovechó la oportunidad para denunciar que no cuentan con insumos y laboran en condiciones infrahumanas. “Una enfermera nos acaba de decir que hace más de un mes que no tienen suero, cómo puede estar un hospital sin suero y sin solución, pero muchas veces la gente que quiere colaborar tiene que meter los insumos a escondidas porque la dirección del hospital quiere vender la idea de que aquí las cosas están muy bien y por eso no aceptan que esas personas traigan las formulas, los medicamentos y los insumos que estos niños necesitan”.
El parlamentario zuliano ratificó que esto es la demostración de que en el país debe cambiarse no sólo el gobierno sino también el sistema aplicado durante los últimos diecisiete años. “Tenemos que comprometernos con un cambio que permita que este país pueda darle a sus hijos lo que hoy se les ha negado que son oportunidades”.
Np