Venezuela no paga a sus 3.800 jubilados en España desde el año pasado

Venezuela no paga a sus 3.800 jubilados en España desde el año pasado

Pedro Manuel Ontiveros, presidente de la Asociación de Pensionados y Jubilados de Venezuela en la Comunidad de Madrid
Pedro Manuel Ontiveros, presidente de la Asociación de Pensionados y Jubilados de Venezuela en la Comunidad de Madrid

 

Los ciudadanos venezolanos acusan un retraso de casi nueve meses en su pensión y de más de un año en su compensación por jubilación y siguen sin saber cuando cobrarán, publica ABC de España

La situación económica de Venezuela traspasa fronteras. No sólo los que se encuentran dentro del país tienen que sufrir escasez de recursos y la penuria de vivir en un país en el que falta hasta papel higiénico en los supermercados, sino que aquellas personas mayores que decidieron marcharse a España tras trabajar toda su vida en su país también sufren la recesión económica en el que ha sumido a toda Venezuela su presidente, Nicolás Maduro.





Alrededor de 3.800 jubilados venezolanos residentes en España, un 60% de ellos exfuncionarios, llevan sin cobrar su pensión desde el año 2015. A ese impago se suma la prestación por jubilación, que también llevan sin cobrar desde julio de 2015. Un retraso sin precedentes que está llevando a muchos jubilados venezolanos, la mayoría entre 65 y 70 años, a acudir a iglesias y ONGs para poder comer, como comenta para ABC Pedro Manuel Ontiveros, Presidente de la Asociación de Pensionados y Jubilados de Venezuela en la Comunidad de Madrid (ASOPEJUVECMA). «Un retraso de dos meses lo entendemos pero no que no nos den una repuesta», comenta Ontiveros.

A estos se le suman alrededor de 600 venezolanos llegados este año a España a los que aún no se les ha concedido el traslado del pago de la pensión, a pesar de haber completado todos los requisitos. «Ellos están en peores condiciones . Nosotros tenemos la esperanza de cobrar, pero es que a ellos ni les han autorizado el pago», dice Ontiveros.

Además, al impago de la pensión se le suma el de la paga extra. En 2015 Maduro amplió de dos a tres meses el «bono de fin de año», como se conoce en Venezuela, y Ontiveros denuncia que siguen sin recibir también esa paga.

Los pensionistas han intentado cobrar, o al menos, que les den explicaciones, por todos los medios. Han contactado con el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), encargado de las pensiones en ese país, con el Centro Nacional de Comercio Exterior (CENCOE), encargado de enviar el pago de la jubilación a España y con el consulado venezolano en Madrid, pero nadie les dice nada. «No hay una respuesta, hay un silencio administrativo», dice Ontiveros.

Y es precisamente la incertidumbre lo que más afecta a este colectivo de jubilados venezolano-españoles que debido a su avanzada edad no pueden trabajar, como comenta Ontiveros. «Esa inseguridad nos causa un estrés tremendo, hay mucha gente con hipertensión y enfermedades crónicas, en un proceso degenerativo y lo peor que hay es la angustia que crea esa incertidumbre».

Acuerdo con España para el envío de la pensión

España y Venezuela tienen un acuerdo en vigor desde 1988, llamado «Convenio de la Seguridad Social», por el que todos los ciudadanos venezolanos que hayan cumplido con los requisitos para recibir una pensión completa y la prestación por jubilación pueden recibir el pago en nuestro país.

Y es que el sistema de pensión venezolano difiere sustancialmente del español. En el país latinoamericano los jubilados reciben dos compensaciones, una pensión de 15.500 bolívares al mes (unos 1.200 euros) que es la misma para todos sin diferencia de la cantidad cotizada, y una prestación por jubilación correspondiente al trabajo realizado en una empresa u organismo público y que varía por persona dependiendo del tiempo trabajado. Para optar a la pensión completa un ciudadano venezolano debe haber cotizado durante 15 años y tener 55 años en caso de ser mujer y 60 en caso de ser hombre, requisitos que los jubilados en nuestro país cumplen.

Además, en Venezuela los pensionistas son considerados un sector especial, así como los estudiantes y los productos alimenticios y sanitarios. Estos tienen un tipo de cambio especial conocido como «dólar protegido». Hasta febrero de este año el dólar se cambiaba para ellos por 10 bolívares, a diferencia del cambio normal que establece el Banco Central de Venezuela y que fluctúa con los mercados, con un tipo de cambio de un dólar por 145 bolívares.

Un régimen especial que Ontivero agradece, pero que pide que se cumpla y no se utilice como excusa retrasar los pagos. En febrero cambiaron el tipo de cambio del «dólar protegido» de 10 bolívares a 6.5. «Ellos (el IVSS) argumentaban el retraso por esas diferencias en el control de cambio. Pudiera haberse retrasado enero y febrero, pero eso no es verdad porque de febrero a aquí son seis meses», reclama Ontiveros.

Situación desesperante para un sector delicado

La situación comienza a ser insostenible para los jubilados venezolano-españoles, que como a Ontiveros, se les acaban los ahorros y no pueden estar eternamente viviendo de lo que cobran sus hijos.

Ontiveros asegura que sus hijos tampoco pueden ayudarle más. «(Me dicen) papá, yo no te puedo seguir ayudando porque tengo mi familia», dice resignado. «Los ahorros van menguando y al que le debemos seis meses de alquiler nos presiona».

A petición de la asociación que preside Ontiveros, el Instituto de Seguridad Social española ha intercedido por los jubilados venezolanos ante la IVSS y el consulado venezolano para pedir una resolución a su delicada situación. «El Instituto de Seguridad Social nos ha atendido muy bien porque le preocupa la situación que nosotros tenemos, en una situación económica muy difícil», asegura Ontiveros, quien dice que, desesperados, han reclamado a todos los organismos posibles.

«A la Organización de los Estados Americano (OEA) nos hemos dirigido, a la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) e incluso hemos llegado al Padre Francisco pidiéndole también e hizo una manifestación que nos encantó muhciismo pidiendo una oración por Venezuela». Los jubilados en el exterior hasta han creado una cuenta en la red social Twitter, @IVSS_exterior, para demandar sus derechos.

Muchos de los casi cuatro mil pensionistas venezolanos en España sufren enfermedades crónicas y degenerativas de las que temen no puedan ser tratados si son incapaces de pagar los 87 euros que Ontiveros afirma que pagan de cuota a la seguridad social.

«Llegará un momento que tendremos que pedir a seguridad social que nos de una ayuda, que nos busque una solución, que no podamos pagar esos 87 euros de aporte a la sanidad», dice Ontiveros.

De momento les ayudan conocidos, vecinos y ONGs e iglesias que les donan alimentos para poder sobrevivir, como asegura Ontiveros. «Ha habido muchos españoles que nos han ayudado, prestado su contribución, pero lo que necesitamos es en la presencia de actividades como la que haremos en el consulado».

Y es que la ASOPEJUVECMA está en estos momentos intentando obtener el permiso para organizar una «presencia activa» en el consulado venezolano en Madrid los días 5, 6, 7 y 8 de septiembre para culminar con una concentración en el mismo lugar el día 9. «Iremos de 9 de la mañana a 7 de la tarde con nuestras pancartas solicitando respuestas», anuncia Ontiveros». «Hay mucha incertidumbre y las personas no tienen nada con qué sobrevivir».

En Venezuela sí cobran la pensión

Mientras que miles de jubilados venezolanos en el exterior siguen sin recibir su pensión, el Gobierno bolivariano sí paga la pensión a los residentes en su país. El pasado 18 de agosto el IVSS publicó en la red social Twitter que habían procedido al pago de la pensión a los jubilados, un pago que Ontiveros niega haya llegado a España.

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