Dentro de ocho días, le demostraremos una vez más a este Gobierno y al mundo, que Venezuela quiere Cambio Ya, y no porque sea un antojo; sino porque es una necesidad para poner fin a la crisis humanitaria que estamos padeciendo por culpa de un grupito que desmanteló el país y que pretende mantenerse en el poder a costa del hambre, enfermedad y desidia del noble pueblo venezolano.
A pesar de las amenazas y chantajes de este Gobierno cobarde, la gente no tiene miedo, y el 1 de septiembre lo demostrará una vez más; y es que no se puede tener miedo a desear tener un país donde no pases ocho y diez horas en una cola para comprar dos paquetes de harina, donde pases semanas enteras buscando una medicina; no se puede tener miedo a querer vivir en una Venezuela donde no te maten para robarte el carro o el celular.
La marcha del próximo jueves no será una marcha más; será la exigencia de respeto a la Constitución más grande que el soberano venezolano haya hecho a algún Gobierno de turno; por eso allí estaremos hombres, mujeres, abuelos, estudiantes, padres, madres, médicos, profesores, taxistas, ingenieros, maestras, en fin, estaremos quienes vivimos en carne propia y a diario la crisis humanitaria que con el descaro más grande del mundo niegan estos irresponsables, a quienes, seguro estoy, sacaremos por la vía constitucional y pacífica.
Reitero la invitación que desde el seno de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se ha venido realizando estos días: marchemos masiva y pacíficamente el 1 de septiembre.
Vayamos a Caracas y digamos presente; digamos: aquí estamos, somos de carne y hueso, somos venezolanos y queremos revocar a Nicolás Maduro y su pandilla porque Venezuela les quedó grande; esos 15 motores que ha puesto en marcha ha sido para acelerar el retroceso; y no vamos a permitir que la hundan.
El 1 de septiembre el Gobierno tiene dos opciones, o respeta que el pueblo está pidiendo a gritos un referendo revocatorio y el CNE anuncia la fecha de los tres días para la recolección del 20%, o se tendrá que aguantar a la gente en la calle pacíficamente exigiendo que su voluntad y la Constitución sean respetadas.
Vuelvo y repito, esto no se trata de un capricho o de un antojo de los partidos políticos; esto se trata de que la situación en Venezuela cambia o el país revienta. Durante la “Cruzada por el Revocatorio” que llevamos a los 21 municipios del Zulia para explicarle a la gente el status en que se encuentra el proceso y para organizarnos de cara a las fases que faltan; vimos la peor cara de la crisis: el hambre acabando poco a poco y lentamente con nuestros hermanos.
No hay comida; no alcanza el dinero para los pocos productos que se encuentran; la gente ha optado por comer de la basura. En cualquier parte del Zulia y del país se repite la imagen de hombres, mujeres, niños y abuelos, revisando las bolsas de basura para sacar desperdicios medianamente digeribles, y comérselos para mitigar el hambre.
Esto no puede seguir ocurriendo en Venezuela; y en nuestras manos está poner fin a esta situación; en nuestras manos está el cambio y es responsabilidad de cada uno de nosotros cumplir con el deber y el derecho constitucional de decidir el rumbo del país.
El “bravo pueblo” como dice el Himno Nacional, no se doblegará, por el contrario, luchará hasta construir La Mejor Venezuela.
A marchar el 1 de septiembre pacífica y masivamente.
@LesterToledo