Durante muchos años se ha escuchado esa palabra que atemoriza a los venezolanos, en especial a los habitantes del estado Miranda. Ese estado está comprendido por 21 municipios, entre ellos Baruta, El Hatillo, Sucre y Chacao. En estos municipios se concentran, en su mayoría, personas con poder adquisitivo y son el objetivo de las bandas de secuestradores que operan en la ciudad capital.
Por Román Camacho / LaPatilla.com
Desde el año 2013 no se maneja una encuesta o cifras oficiales de secuestros, la tendencia del aumento de estas cifras se ha mantenido desde la década de los 90. En el año 2013, se habló de 1.614 secuestros, hoy en día, según conteo periodístico, esa cifra supera los 2.100 secuestros por año a nivel nacional.
Secuestrador como estilo de vida
Al aumentar la cifra de secuestros, aumentan la cantidad de personas que se dedican a cometer estos crímenes. ¿Qué lo hace rentable?, ¿Por qué aumentó esa cifra considerablemente?, ¿Cuáles zonas son las que prefieren los delincuentes para secuestrar a sus víctimas?.
El Abogado, Criminólogo y ex funcionario de la PTJ, Javier Gorriño, asegura que estas cifras han aumentado porque hay un 90% de delito no denunciado, la impunidad es mucho mayor, se habla de un 5%, o menos, de personas sentenciadas por secuestros. “Hay muchas personas secuestrando gracias a la impunidad y a lo fácil que pueden hacer el dinero y por tener un bajo nivel de riesgo de ser detenido”, explicó Gorriño.
La ganancia que reciben los antisociales por un crimen que tiene bajo indice de riesgo para ellos es lo que hace este delito atractivo y el favorito de las bandas en la actualidad.
Gorriño explicó que ha bajado los niveles de negociación, cada vez se pide menos dinero en los rescates pero hay mayor cantidad de secuestros, los delincuentes piden entre 2.000 o 10.000 dólares por víctima. Las bandas realizan un aproximado de 5 secuestros por semana, si cobran 5.000 dólares por secuestro, al mes pueden percibir hasta 100.000$ dólares. Los antisociales también reciben joyas, televisores y vehículos, todo lo que pueda entregar la familia de la víctima para pagar el rescate los delincuentes lo aceptan.
Algo que alarma a Gorriño y a las autoridades, es la reaparición del cautiverio en los secuestros, antes se realizaban los “secuestros express”, ahora los delincuentes tienen “neveras” -lugares donde llevan a sus víctimas mientras cobran el rescate- y pueden mantener a una persona en cautiverio durante varios días.
Las principales zonas donde los delincuentes buscan, o cazan, a sus víctimas son las salidas hacia la Av. Boyacá -Cota Mil-, el municipio Chacao en la famosa Av Mohedano, El Cafetal, Caurimare, El Hatillo en la Av. Tamanaco. Los fines de semana en Campo Alegre, antes no se veía que sucediera esto pero las bandas se convierten más poderosas cada día que pasa.
El “target” de los secuestradores depende de la zona donde se transite, la persona debe tener algo que llame su atención, puede ser la característica de la persona como “esa pinta de tener dinero”, la forma de manejar, el caminar, la actitud. El delincuente evalúa todo sobre la persona, la mayoría de los lugares donde los secuestradores buscan a sus víctimas tienen éxito seleccionando a la persona.
Gorriño hizo énfasis en algo que genera mucha atención publica, la participación de funcionarios policiales en secuestros. “Los antisociales dicen que rastrean llamadas y que tienen oficiales en sus filas, capaz sea mentira, pero igual hay que ser precavido”, mencionó el experto.
¿Qué hacer en caso de un secuestro? ¿Pagar el rescate garantiza la vida?
En el mes de agosto se reseñaron en la prensa unos casos lamentables, uno de ellos fue el secuestro del joven Arquitecto Gian Franco Perreca. El joven fue secuestrado cuando realizaba una diligencia, durante el trayecto, uno de los antisociales que lo amenazaba manipulando una granada, sacó la espoleta y activó el explosivo acabando con la vida del joven y 2 delincuentes que se encontraban dentro del vehículo.
En Barlovento, el señor Antonio Felix Blasini Ordoñez, se encontraba secuestrado desde el 7 de agosto, los secuestradores solicitaron una cantidad de dinero en dólares para su liberación, el día 23 de agosto, su amigo, Luis Guillermo Mato Rojas, llevó el dinero al lugar acordado con la banda, los antisociales reciben el dinero pero deciden efectuar 2 disparos en el rostro a Blasini, Rojas que llevó el dinero fue asesinado con un machete, le cortaron la cabeza. Blasini sobrevivió al ataque y se encuentra en una clínica, su estado de salud es delicado.
El Criminólogo experto en la materia dice que pagar o tener la voluntad de pagar un rescate no garantiza que salgas con vida de uno. “Los secuestros son una lotería, una persona que cae en manos de sus captores debe mantener la calma y cooperar, el momento de la captura, esos minutos desde que agarran a la victima y la están trasladando, son los momentos de mayor nerviosismo para el delincuente, en esos momento pueden ocurrir los accidentes”.
Gorriño siempre recomienda seguir una serie de reglas para evitar, en lo más posible, algún error o desenlace fatal durante un secuestro, las recomendaciones son:
1- En el momento de la captura mantener la calma, es un momento de alto nerviosismo, más para el delincuente que para la víctima.
2- NO congraciarse con el delincuente o con la banda, esto aumenta la expectativa, no decir que tienen dinero y que van a pagar, eso hace mas difícil la negociación y ellos al no tener cubiertas sus expectativas sienten que están siendo engañados por la familia.
3- La familia debe hablar claro y comunicar las limitaciones, decir hasta que punto pueden cumplir con la cifra que dicen los secuestradores.
4- Siempre hay que pedir pruebas de vida, normalmente quien llama no es la misma persona que tiene a la victima, ellos se manejan por grupos, unos manejan a la victima, otro es el cobrador, otro lo traslada, etc.
5- La negociación debe centrarse en una persona, no deben hablar varias personas con los secuestradores, la persona más calmada y con mayor capacidad de negociación debe ser quien mantenga el contacto con los delincuentes.
6- En todos los casos, absolutamente todos, la recomendación es comunicarse con el Comando Nacional Anti Extorsión y Secuestro -CONAS- o con la división anti extorsión y secuestro de Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalisticas. Capaz tengan deficiencias tecnológicas pero son los mejores en la vocación y la voluntad que tienen esos funcionarios para resolver la situación y devolver sana y salva a la víctima.
La delincuencia en Venezuela es una realidad más que una percepción, el gobierno trata de llevarlo como una historia política que hasta es difícil de creer, siempre están vinculando un ente del extranjero o grupos paramilitares, cuando casi todos los casos que han sido resueltos satisfactoriamente se ha demostrado que han sido cometidos por hampa común. Lo que puede hacer el ciudadano común es tener una conducta preventiva y no buscar provocar a los delincuentes, hasta que no haya un cambio positivo en políticas de seguridad lo mejor es prevenir antes que lamentar.