“Nos subimos todos juntos en un solo vehículo. Y antes de arrancar sacaron a nuestro chofer y se subió uno de los agentes del Sebin a manejar el carro. Nosotros pensamos “esto es un secuestro”.
Por El Universo (Ecuador)
Le preguntamos por qué se subió y respondió que eran órdenes superiores. En nuestro carro iba Luis Magallanes, un venezolano que es parte de la Mesa de la Unidad, que de repente dijo: “Este no es el camino al aeropuerto”. Le dijimos: “Señor, ¿dónde nos está llevando?”. Y nos metió a los patios del Sebin… Afuera había diputados venezolanos y gente de Lilian Tintori que gritaba que nos saquen de ahí…
Le dijeron a Magallanes que se bajara, que él se quedaba ahí, pero nosotros nos bajamos con él y nos pusimos delante. El agente del Sebin le gritaba: “Tú eres venezolano, sabes lo que has hecho”. Y él detrás decía: “Yo no he violentado ninguna ley, todo es constitucional”.
“Nos volvimos a embarcar con él y nos llevaron a Migración dentro del aeropuerto. Ahí nos esperaban con cámaras encendidas, siguiendo cada uno de nuestros movimientos. Nos encerraron en un cuarto y uno por uno tomaron las huellas de nuestros dedos. Nos preguntaron nuestros datos y nos hicieron preguntas extrañas: ¿dónde fue la reunión con los gringos?, ¿qué pensábamos de las marchas del 1 de septiembre?… Les dijimos que íbamos a comunicar todo este atropello al Gobierno ecuatoriano y nos respondieron que este estaba al tanto de todo y que sabía que nos estaban deportando… Nos fotografiaron de lado, de frente, de perfil, como delincuentes…
Luego de horas de estar en Migración, nos dieron a cada uno un chaleco reflector y nos hicieron poner en fila para llevarnos al avión… Empezamos a caminar por los corredores y delante mío había por lo menos unas 20 personas, entre militares, policías y personal de inteligencia, armados y con cámaras… Nos dieron los pasaportes y subimos primero al avión. Era un vuelo comercial. Ya adentro no tuiteamos nada porque ellos estaban aún abajo y podían sacarnos. Una vez que despegamos de Venezuela tuvimos un vuelo tranquilo… Nos recibieron bien en Ecuador”.