Venezuela se aproxima a horas decisivas. La “Toma de Caracas” se ha transformado en un evento de protesta nacional y masiva que desborda todos los cálculos. Desborda los cálculos de la oposición, porque se ha convertido en una jornada decisiva para el fin del régimen, sea para que anuncie la fecha del Referendo Revocatorio en 2016, sea para que se llegue a un acuerdo nacional que ponga fin de manera pacífico al gobierno de Nicolás Maduro. Desborda los cálculos del gobierno, porque frente a una demanda nacional por el hambre, los altos precios, los bajos salarios reales y el crimen desenfrenado, al gobierno n se le ha ocurrido otro mecanismo que la disuasión con la fuerza, la creación e obstáculos para la movilización, el intento de invisibilizar la protesta y la represión obscena.
Reporte especial lapatilla.com
Todavía el gobierno tiene oportunidad de dar un paso atrás en sus planes. En este Reporte se destacan los responsables directos de los acontecimientos por venir.
1. Nicolás Maduro Moros. Aferrado como garrapata al poder, aislado internacionalmente y poco respetado dentro del chavismo, se ha negado a negociar su salida. Ha amenazado con apelar a la fuerza bruta. Pero es posible que una resistencia irracional a encontrar una salida política no le sea lo más beneficioso. Hay que recordar que en momentos límites Fidel Castro le aconsejó a Chávez no inmolarse. Maduro tiene una responsabilidad en evitar una confrontación. Si él cede, todos cederán.
2. Vladimir Padrino López. Este es el General de las múltiples caras. Adentro del Estado Mayor Revolucionario se presenta como una radical. En el ámbito militar interno se quiere presentar como un oficial institucional. Hacia afuera del país ha dejado ver que podría ser el garante de la transición. Hoy por hoy es el responsable personal y directo de cualquier acción de represión en contra de la ciudadanía. Está obligado a no imponer órdenes anticonstitucionales.
3. Tibisay Lucena. No es la más radical dentro del Consejo Nacional Electoral pero está cercada por las otras tres rectoras que obedecen instrucciones del Alcalde Jorge Rodríguez. Se han comprometido a tapiar a cal y canto las posibilidades del referendo revocatorio 2016, pero dos de ellas por lo menos, si encuentran apoyo votarían con Luis Emilio Rondón, hijo, para apoyar el RR. No se atreven hasta la fecha.
4. Antonio Benavides Torres. Comandante de la Guardia Nacional cargo que obtuvo en alianza con el General Padrino López para relevar al general Néstor Reverol. Benavides y Reverol comparten señalamientos graves por parte del gobierno de los Estados Unidos: los une el deseo de salvarse, aunque el primero manda débiles mensajes a EEUU y el segundo promete caer con las botas puestas. Benavides tiene una larga historia de represión en contra de la oposición y allí ha hecho su meteórico ascenso, pero ahora –el 1º de septiembre- está ante su prueba de fuego. ¿Ordenará disparar o cuidará su retiro?
5. Néstor Reverol. Acusado de vinculaciones con el narcotráfico es un oficial que –se asegura- no tiene regreso. El Ministerio del Interior y Justicia le fue ofrecido como protección pero lo coloca en la primera fila. Tiene la reputación por el suelo y la pregunta que se hacen sus colegas es si eso le importa. No le ha importado hasta ahora y hasta Walid Makled lo ha confirmado, pero pudiera tener algún freno en la represión si considera que puede llegar a un trato con quienes lo señalan en el exterior.
6. Freddy Bernal, Jorge Rodríguez y Tarek El Aissami. Son los tres jefes de los “colectivos” del chavismo. Tienen en sus nóminas a la mayor parte de sus integrantes y les han dotado de un entrenamiento muy fuerte para actuar brutalmente sin dejar huella “oficial”. En algunas oportunidades como en estos días, han procedido a coordinarse al más alto nivel con los grupos operativos de la Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional, el Sebin y la Milicia Nacional. Dentro del Plan en marcha se han distribuido puntos de las principales ciudades del país para lanzar a sus comandos en caso de que lo juzguen necesario. Empero, dentro de ese trío hay quien ha lanzado señales de humo a la DEA y podría intentar frenar ímpetus represivos.
7. Aristóbulo Istúriz. Está fuera de la línea de mando y muchos lo apartan porque lo acusan de un comportamiento “pequeñoburgués” por gustarle demasiado los placeres de la vida. En los días recientes ha asomado un discurso guerrerista y se ha articulado con el Comando Revolucionario para actuar hacia el 1º de septiembre. Pero no se aleja de sus cálculos de que si mantiene un discurso aguerrido y al propio tiempo se muestra como un posible Presidente para la transición, podría ser el beneficiario del barajo que viene. Por eso no le convendría empujar demasiado la represión.
8. Elías Jaua Milano. Es crítico de Maduro y comunista radical. Quedó estropeado por la “colita” a Brasil con señora de servicio incorporada. Es ideológico y comanda a algunos grupos comunistas, incluidos los del Frente Francisco de Miranda, a los que insufla de ánimos ante lo que llaman “la batalla decisiva”. Quiere defender la revolución pero no al gobierno. Nadie sabe con qué se come eso pero cree que hay que empujar la ofensiva en contra de la oposición.
9. Gladys Gutiérrez. Ha corrido con fortuna mediante la explotación de vínculos personales. Tiene un estilo “gótico” de actuar. Su objetivo es mostrarse incondicional de la revolución pero con cara de póker, de magistrada “equilibrada”. Ha sido autora de todos los desastres jurídicos recientes del Tribunal Supremo; pero… Siempre hay un pero: ahora ha tenido que someterse a la jefatura de Calixto Ortega que es el hombre de Maduro en el TSJ y el que manda de verdad verdad. La doctora está descontenta y ante un cambio de vientos puede cambiar el rumbo.
10. Diosdado Cabello. Está al final no porque no tenga poder sino porque es el que envuelve a casi todos los anteriores. Aprendió de Chávez a gobernar desde un estudio de televisión y eso hace. No son sus contactos y amigos militares los que le dan poder sino la condición de tirar línea política por los medios de comunicación. Está enfrentado a Maduro y a Padrino López a los que acusa de blandengues. Se teme que tome el comando de las operaciones en Septiembre si ve vacilar a los jefes formales. Aseguran sus amigos que si Maduro sale está dispuesto a negociar pero nadie le cree. Su actitud será decisiva en estos días.
Estos personajes son los responsables de que el país tenga un desenlace en paz o un desenlace violento. La gente en la calle no tiene armas. Los militares tienen que decidir si están al lado del pueblo o de un régimen que se acaba.