Sortearemos todos los obstáculos, las alcabalas, los peaje y los cierres de los accesos a Caracas, pero el pueblo barinés, junto a la Mesa de la Unidad Democrática Regional, los diputados a la Asamblea Nacional, y los dirigentes políticos, sociales y gremiales, diremos presente en este acto de movilización cívica y pacífica, la cual será sin duda alguna, la manifestación popular más grande de los últimos tiempos de lucha en nuestro país.
Estamos claros que desde el gobierno nacional y regional, se ha orquestado un plan violento y de ataque contra un pueblo desarmado y en paz que se dirige a Caracas a exigir justicia y Referéndum Revocatorio ya. Sin embargo, el mundo será testigo de las situaciones indeseables que se pudieran registrar en nuestro país el 1 de septiembre, pero somos una gran mayoría y no tenemos miedo a Nicolás Maduro y a su pandilla de delincuentes, quienes a través de la violencia, pretenden intimidar a un país que exige cambio en la conducción política del país.
El revocatorio al mandato de Nicolás Maduro, no es un capricho de la unidad democrática, es una necesidad histórica, porque su permanencia en el poder, no sólo es una fractura al modelo democrático, sino que significa un atentado a la vida de los venezolanos, porque debido a su torpeza, a su ineficiencia y a la corrupción de su gobierno, ha condenado al pueblo al hambre, a la desidia y a las enfermedades y eso está tipificado en las normativas internacionales como un delito de lesa humanidad.
Ya basta de que nos ultrajen y nos manipulen, y le digo a Nicolás Maduro, a Padrino López y a Néstor Reverol, que los venezolanos no nos calamos más su cinismo y doble discurso. Aquí se acabó el miedo y aunque vamos de manera pacífica a Caracas, no nos van a intimidar sus amenazas, y este bravo pueblo va con todo a la Gran Toma de Caracas, porque estamos conscientes que tenemos la razón y esta gran mayoría del país que exigimos cambio y prosperidad.