José Luis Centeno: No es de negar hay hombres que no …fatal manejo de la esperanza

José Luis Centeno: No es de negar hay hombres que no …fatal manejo de la esperanza

thumbnailjoseluiscentenoUn modelo de gobierno autoritario y dictatorial, según el cual todas las instituciones estatales se utilizan como armas para debilitar a la oposición con el objetivo de que prevalezca ad infinitum el modelo de partido único y de líder único, haciendo del PSUV y el Estado una misma cosa, corrobora que no hay democracia en Venezuela, lo que hay es algo llamado “autoritarismo competitivo”, como resultado de la manipulación del sufragio para permanecer en el poder, ejerciéndolo con prácticas autoritarias innegables en un régimen que supuestamente quiso darnos progreso pero sin libertad, sin democracia, sin ley, que a la final solo nos ha dado penurias suprimiendo el Estado de derecho.

Cuando el régimen corrupto, opresor y antidemocrático habla de golpe de estado, de defender su derecho a gobernar, no tiene otra intención que mantener esa visión hegemónica del ejercicio del poder, olvidando que toda revolución que acalla las voces de la disidencia, de la crítica, es revolución muerta, como en efecto lo es esta revolución de los hijos putativos de una cultura política autoritaria, un autoritarismo político antillano que replicó en esta tierra de gracia las miserias de la dictadura más longeva del planeta, como signos de “la inconciencia política de la destrucción, el silencio y la muerte”, no podia ser de otra manera, “la paradoja del dictador es que, para salvarnos de la anarquía, crea otro caos, éste despótico, autoritario”.

El cambio de rumbo político por venir, cargado de promesas y peligros, no será una concesión graciosa. Lo que ganaremos, es porque lo hemos exigido todos, e implica que la lucha social del pueblo debe ser ininterrumpida, con el concurso activo de la MUD y la sociedad civil. Ya no por consideraciones estratégicas derivadas del análisis de la situación político-institucional actual de Venezuela, sino porque el gobierno no tiene respuestas políticas para demandas políticas, por eso emplea en cambio la fuerza, la violencia, hace uso de un fatal manejo de la esperanza; superar este error histórico requiere pasar por el crisol del reconocimiento mutuo, como condición para el fortalecimiento del ascenso de nuevos actores políticos y así materializar un cambio efectivo, evitando permanencias prolongadas en el poder.





En este contexto, el 1-S es tan importante por lo que logra como por lo que promete: desarrollo económico con democracia política y justicia social, que no es más que la unión de tres factores relegados por este régimen: democracia, desarrollo y justicia. Solo así nuestra demanda social de cambio alimentará, y le dará vigor y estabilidad a nuestro sistema político y, por ende, a nuestras débiles instituciones. No debemos rendirnos hasta alcanzarlo, por más que ladren los perros…

* Borges, El espantoso redentor Lazarus Morell

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