La marcha del #1S constituye a la vez un gran triunfo para la oposición y un rotundo fracaso para el gobierno. La oposición logró una de las mayores concentraciones de la historia con una asistencia que vino esencialmente de la ciudad capital.
El gobierno fracasa porque la marcha no autorizada contó con la presencia de más de un millón de personas. El bloqueo de carreteras y las trampas corruptas del gobierno no surtieron efecto.
Con la marcha se logra que la mayoría de los venezolanos se concentre alrededor de una fecha para el referendo revocatorio. Toca al gobierno decidir si honra la memoria de Chávez y da paso al referéndum en 2016 o si por el contrario, hace caso omiso de sus propuestas constituyentistas e irrespetan esa herencia de su caudillo.
Vea a continuación el análisis del politólogo José Vicente Carrasquero y el abogado Orlando Viera-Blanco