El régimen venezolano podría cortar el programa de asistencia social de entrega de productos básicos en Villa Rosa, en el estado Nueva Esparta, en represalia por el escándalo que vivió Nicolás Maduro en la localidad, al ser enfrentado por los habitantes que reclamaban por la aguda crisis que sufre el país, publica Infobae.
“Al principio solo querían que se fuera. Furioso por el cacerolazo, él mismo rompió el cordón de seguridad y se enfrentó con la gente. A algunos les arrancó las cacerolas”, relató un testigo que estuvo entre la gente, citado por El Nacional. Además, pobladores indicaron que los servicios de inteligencia realizaron una “razzia” en horas posteriores al hecho, decomisando celulares que tenían videos del reclamo opositor.
Tras el bochorno sufrido por Maduro, que suele estar arropado de simpatizantes chavistas, el diputado José Manuel Olivares denunció que el gobernador local, Carlos Mata Figueroa, habría suspendido la actividad de los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (CLAP), un sistema paralelo del distribución de alimentos creado por el gobierno en abril para combatir la grave escasez y el contrabando.
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