A 1800 bolívares los cuatro rollos de papel higiénico (2,8 dólares, según el cambio oficial flotante) y a 1500 el dentífrico. Lo venden los bachaqueros, los vendedores ambulantes que se multiplican en Venezuela, en la autopista que une esta ciudad con El Vigía.
El equipo albiceleste no parará para comprar en el camino: en el equipaje trae una partida extra de artículos de higiene personal, entre ellos papel higiénico, algo que escasea en estas tierras y por el cual en el mercado negro 48 rollos pueden costar casi 22.000 bolívares cuando el salario mínimo mensual es de 22.576 con 42.000 en bonos para alimentos, así reseñó lanacion.com.ar.
Una carta a la Conmebol y un llamado a la FIFA, pedir garantías totales de seguridad, hacer 70 kilómetros por tierra a la noche y asegurarse la provisión de alimentos. Finalmente, la selección argentina viajará este mediodía a Mérida. La espera un país sumido en un fuerte crisis social y un público ávido por ver a la Argentina en el estadio Metropolitano, donde las entradas ya están agotadas desde hace un mes. Los admiradores lamentan la ausencia de Leonel Messi, mientras que la selección vinotinto lo celebra.
El conflicto político y social en Venezuela, que tuvo su pico máximo el jueves último con la Toma de Caracas con un pedido de la oposición para exigir un referéndum revocatorio contra el presidente, Nicolás Maduro, agitó las aguas y hasta se puso en duda la presencia de la selección aquí luego luego de que el Gobierno decidiera el cierre del espacio aéreo venezolano para vuelos privados hasta el lunes. Como el plantel nacional viaja en chárter, debió conseguir un permiso especial.
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