Nuestra historia como Nación ha estado influenciada por una regla universal “Regla de la mayoría” para la resolución de los temas de interés público. Esta regla es un mecanismo para tomar decisiones grupales que en Venezuela ha sido confundida con la democracia, lo cual constituye un error y causa de muchos problemas que como sociedad hoymanifestamos. Es importante resaltar que sistemas no democráticos utilizan la regla, y sistemas democráticos suelen no utilizarla en ocasiones; es decir, no es el único instrumento para la toma de decisiones controversiales.
La sociedad venezolana pragmáticamente define la democracia como el proceso donde los grupos mayoritarios se imponen ante el resto, coloquialmente dicho: “El ganador se lo lleva todo”. Este concepto de democracia ha prevalecido en el espectro no solo político, también social, económico y religioso; logrando imponerse culturalmente.Bobbioen su libro «La regla de la mayoría: límites y aporías» nos explica el alcance, ventajas y desventajas que dicha regla tiene, entre ellos la complejidad para alcanzar consensos, debatir acerca de las ideas planteadas, negociar y lograr acuerdos mínimos que faciliten la convivencia y paz social.
Con la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia en el año 1.999, los ciclos electorales retomaron la esfera política y social, no salíamos de una elección cuando se debía pensar en la otra. Por su parte, la creación de nuevas figuras de participación generaron una cultura electoral muy grande, hasta lo que se iba a comer una familia pasaba por comicios, donde el mejor sistema electoral del Mundo daba resultados expeditos.Hoy el mejor sistema electoral del mundo, por omisión es cómplice del tirano, puesto que ningún funcionario público puede desconocer las leyes y mucho menos por decisiones superiores.
Hoy todo cambió en el escenario, y la regla de la mayoría se transformó en la “Tiranía de la minoría” una minoría que hoy detenta el poder sin apoyo popular, inmerso en la peor crisis histórica que hemos sufrido como País, y por si fuera poco violentando todo el ordenamiento jurídico. De esta crisis saldremos pronto, tan pronto entendamos que democracia queremos, si la de “mayorías” o la de “minorías”; aunque este es un debate históricamente superado, creo que es necesario repensar la democracia como valor humano, entender que es a través de las coincidencias y las diferencias podremos construir una sociedad más habitable, racional y humana posible.