Por lo regular una prueba de embarazo es más que suficiente para saber si la cigüeña llama a la puerta; sin embargo, el matrimonio de Rachel y Tim Brummel tuvo una forma más creativa para descubrirlo, reseñó TvNotas.
Resulta que el matrimonio con tres hijos había cerrado la fábrica, ya que el padre de familia se sometió a una vasectomía, pese a todo, el sujeto sospechó que su esposa estaba “un poco embarazada”.
¿La manera de confirmarlo sin que ella se enterara? Pues desmantelando el inodoro, tomar residuos de orina y colocarlos en una prueba de embarazo.
Lo mejor es que el sujeto lo tomó con felicidad y buscó la manera más original para decirle que estaba embarazada, ya qué no es común que un hombre de que su esposa está embarazada antes que ella.