Sólo quedan 4 meses para que concluya 2016 y el rancho sigue ardiendo. Con la estrategia de la polarización, y el cuento del gallo pelón, Nicolás Maduro pareciera estar a muy pocos pasos de lograr tres objetivos estratégicos que se propuso a comienzos de año: 1) impedir que haya referendo revocatorio. 2) impedir que haya elecciones de gobernadores y 3) impedir que se instale una Mesa de Diálogo con la Oposición.
Las obedientes “reptoras” del CNE ya dieron suficientes pistas para indicarnos muy claramente hacia dónde nos quiere llevar la revolución. Socorro Hernández dijo la semana pasada que “la recolección del 20% de las firmas se haría entre el 24 y el 30 de octubre”, mientras que Tania D´amelio afirmó que “el revocatorio se haría, en el mejor de los casos, 90 días después de que se verifique la recolección del 20%”.
Tomando en consideración las declaraciones de dos de las cuatro “reptoras” oficialistas del CNE, todo parece indicar que el gobierno ha ordenado retrasar el Revocatorio por lo menos hasta finales de marzo de 2017. Eso, claro está, si la MUD mantiene su lucha por la realización de la consulta a pesar de que ésta no se efectúe antes de que concluya el presente año. La MUD pidió una fecha para la recolección de las firmas y ya se la dio, extraoficialmente, Socorro Hernández: del 24 al 30 de octubre. La coalición opositora también exigió una fecha para la realización de la consulta, y esa también se la dio, extraoficialmente, Tania D´amelio: 90 días después que se verifique el cumplimiento del requisito del 20%, es decir, luego que se compruebe que hemos recabado cerca de 4 millones de firmas, lo cual ocurrirá, si acaso, a finales del mes de noviembre o quizá a comienzos de diciembre de 2016.
El segundo objetivo estratégico de Maduro: impedir que se realicen elecciones regionales de gobernadores y diputados, parece ser ya un hecho. La MUD se la puso bombita al ex chofer del Metro de Caracas: no hizo lo que tenía que hacer para exigir que se llevarán a cabo esos comicios. Nicolás desea que en 2016 no se haga una sola elección, porque eso impediría que quedara evidencia física (en el papel, es decir, en votos) de que su gobierno no supera el 20% de popularidad y su administración no cargaría sobre los hombros, al menos por ahora, con otra derrota aplastante como la sufrida el 6 de diciembre de 2015. El muchacho que es llorón y la MUD que lo pellizca.
Mientras el gobierno avanza en su estrategia de evitar que haya referendo y elecciones regionales este año, la Mesa de la Unidad Democrática luce errática, sin saber a ciencia cierta qué hacer, convocando manifestaciones multitudinarias, que colapsan las calles y avenidas de las principales ciudades del país por unas cuantas horas, pero que concluyen en más de lo mismo: discursos de algunos líderes opositores sobre una tarima para después enviar a toda esa marea humana de nuevo a sus casas, con el cuerpo cansado, la piel quemada por el sol y las manos vacías.
Ese es el tipo de “oposición” que le gusta al gobierno. La que sale a protestar una vez a la semana y después se va a su casa. Duele decirlo pero es así: las contradicciones dentro de la MUD tienen “entrampada” a la oposición venezolana. Los factores políticos que integran la Mesa de la Unidad Democrática no pudieron ponerse de acuerdo a comienzos de año, en relación a cuál debía ser el camino más expedito para salir del gobierno de Nicolás Maduro. Recuérdese que cada partido propuso un camino distinto: referendo, enmienda, abandono del cargo, renuncia, constituyente, la partida de nacimiento, etc. En esas discusiones se nos fueron los primeros 4 meses de 2016.
La MUD no exigió al CNE la realización de elecciones regionales de gobernadores porque tampoco había consenso entre los partidos que la integran. Unos querían elecciones regionales, otros no. Célebre es ya la frase del actual Presidente de la AN y máximo líder de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, quien declaró que“las elecciones regionales no son la prioridad”.
La última gran contradicción dentro de la MUD tiene que ver con respecto a si hay o no hay diálogo con el gobierno. Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, dijo que su marido si quiere dialogar con el ejecutivo. “Sí señor (…) De hecho él está esperando que vaya alguien del Gobierno a hablar con él, y lo ha pedido”, añadió.
La esposa del fundador de VP afirmó que “hoy no hay diálogo en Venezuela (…) pero ojalá se abra y veamos acciones contundentes de gestos del Gobierno para que todos los venezolanos digan que bueno el diálogo (…) De mi voz nunca vas a oír que digo ‘no’ a un diálogo, el diálogo siempre es importante y siempre hay que estar abierto a que se dé, además Leopoldo piensa igual, Leopoldo siempre me dice: es importantísimo dialogar”.
Enrique Márquez, vicepresidente de la Asamblea Nacional y dirigente de Un Nuevo Tiempo (UNT), señaló que su partido le propuso a la MUD aceptar el diálogo con el gobierno. “En lo personal, no tengo ninguna duda de que en una conversación franca, una que ponga por delante la solución de los problemas de los venezolanos, es positiva”.
Márquez, quien es la voz del preso político y ex gobernador Manuel Rosales, dijo que “necesitamos un diálogo para que pueda haber gobernabilidad para el futuro, si no hay un encuentro o mínimo entendimiento, el país no va a poder salir de esta situación calamitosa (…) Yo he recomendado a Ramos Allup que atienda la invitación del presidente Nicolás Maduro y vaya a hablar con él (…) yo sí creo que Henry debe reunirse con Maduro, colocando por delante el sufrimiento de nuestro pueblo”.
Henry Ramos Allup, presidente de la AN, consultado con relación a la posibilidad de dialogar con el gobierno de Nicolás Maduro, dijo que “entre matarnos y hablar, yo prefiero hablar (…) no hay exigencias para sentarse a dialogar y hay propuestas que las haremos cuando nos toque sentarnos a conversar”.
Ramos dijo que “si nos ponemos a exigirnos cosas de parte y parte no va a haber diálogo (…) El que nos sentemos a dialogar con el gobierno no significaría que desistiremos del revocatorio. No dialogaremos con los pantalones en los tobillos (...) Parece que quien no quiere el diálogo es el propio gobierno, y tiene razón en no quererlo porque en un diálogo saldría completamente derrotado, no tiene una para ganar porque no tiene razón en nada”.
María Corina Machado, coordinadora del partido Vente Venezuela, sostuvo que“el diálogo busca darle estabilidad a la dictadura (…) el ex presidente Zapatero cumple su rol como mediador de un proceso de diálogo que solo beneficia al Gobierno de Nicolás Maduro (…) el Gobierno busca ganar tiempo para impedir a toda costa que se realice el referendo revocatorio”.
Henrique Capriles, líder de Primero Justicia, dijo que “nosotros (oposición) no vamos a perder tiempo en un diálogo que llama ahora Nicolás Maduro para ver cómo dilata el revocatorio (…) cuando hay hambre no hay tiempo, por lo que la ruta al revocatorio es el camino (…) No perdamos tiempo en los temas que no son importantes para el pueblo, ahora lo importante es buscar solución a la crisis y la salida a la problemática del país es el revocatorio”.
El gobernador del estado Miranda agregó que “un diálogo en Venezuela debe servir para respetar la Constitución y eso quiere decir que este año debe haber un proceso de referéndum revocatorio, porque es nuestro derecho (…)el país no está en condiciones para perder tiempo en un diálogo que no dé resultados, dado que la prioridad es superar la profunda crisis económica y social que atraviesa el país”.
Del lado del gobierno, Nicolás Maduro insistió en el tema del diálogo señalando que “estoy obligado a llamar a una rectificación a la oposición y a que se sienten a un diálogo político por la paz y la prosperidad del país; basta de insensatez, de violencia, de conspiración”. Pero mientras llama al diálogo, Maduro ordena encarcelar a varios líderes de la oposición, entre ellos al diputado de Voluntad Popular por el estado Zulia, Léster Toledo; encarcela al director del portal Reporte Confidencial, abogado Braulio Jatar y al periodista de la AN, Alejandro Puglia y arrecia la persecución contra varios alcaldes, entre ellos David Smolansky. Es obvio que Maduro no quiere dialogar con nadie.
El vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, jefe de una de las tres facciones que dominan el gobierno, sostuvo que “ellos (la oposición) dicen que si no hay referéndum no hay diálogo, pues no habrá diálogo porque aquí no va a haber referéndum este año”.
Durante una gira por el estado Trujillo, Cabello aseguró que “ni en 2016 ni en 2017 habrá referendo revocatorio (…) En 2017, al paso que vamos tampoco habrá revocatorio aquí en Venezuela. La oposición dice ahora que si no hay revocatorio entonces no se dará el diálogo, pues nosotros decimos que no va a ver diálogo porque no habrá revocatorio”.
El ministro para la Defensa, Wladimir Padrino López ratificó el respaldo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a los esfuerzos que realiza el Gobierno Bolivariano en promover el diálogo y la paz entre los diversos sectores políticos del país. Padrino escribió a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, @vladimirpadrino, que “la FANB acompaña al Presidente y Cmdte. en Jefe @NicolasMaduro, en su llamado al diálogo nacional para seguir transitando senderos de paz”.
Termino estás líneas con la misma idea con la que comencé: faltan 4 meses para que termine 2016. El gobierno está a punto de lograr sus 3 objetivos estratégicos: evitar el referendo, evitar las elecciones regionales y evitar el diálogo. Tengo dos preguntas: ¿Cuáles son los tres objetivos estratégicos que se propuso lograr la MUD antes de que concluya el año 2016? ¿Alguien sabe hacia dónde nos conduce la MUD?
SC. 12 de septiembre de 2016
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