De acuerdo con información suministrada por PDVSA a los medios de comunicación la empresa está “afinando una estrategia de rentabilidad en refinería de Aruba”.
Por Horacio Medina | lapatilla.com
En tal sentido PDVSA, diseñará una estrategia de mezclas con crudos más livianos procedentes de convenios suscritos con empresas interesadas en el crudo pesado venezolano, para mantener la rentabilidad de las operaciones en las refinerías de Curazao y Aruba.
Los crudos livianos se emplean en el tratamiento de crudo pesado y extra pesado, que no puede ser producido ni transportado, sin antes ser mezclado con un crudo de menor densidad. PDVSA, nos “ilustra” exponiendo que esta estrategia se diseña dado que importantes volúmenes de crudo liviano africano han sido desplazados por el aumento de la producción propia de los Estados Unidos de las refinerías de la Costa del Golfo.
Resulta para nosotros, poco menos que inaceptable lo que plantea PDVSA ya que, aun cuando el planteamiento pueda ser válido, no podríamos entender cómo puede servir para justificar la adquisición de una refinería en Aruba, para convertirla en un mejorador de crudos que mezclará crudo pesado venezolano con crudos livianos africanos.
Lo decimos porque en Venezuela tenemos una capacidad de mejoramiento de crudos extra pesados cerrada por ineficiencia y desinversión. Con producción de crudo extra pesado cerrada. Es decir con pozos productores cerrados por falta de mantenimiento e inversiones en los mejoradores existentes. Lo decimos también, porque hemos perdido importantes volúmenes de producción de crudos livianos y medianos por falta de inversión, por falta de una política correcta de explotación de los yacimientos, producto de la negligencia, la desidia, la falta de conocimiento técnico y el desprecio absoluto de los protocolos de mantenimiento establecidos para soportar la capacidad de producción.
Las oportunidades puntuales como la relacionada con los crudos livianos africanos, es cierto que aparecen, pero de igual modo, también es cierto que desaparecen, cuando otro mercado valore mejor ese tipo de crudo. Nos resulta inaceptable que se priorice invertir fuera del país importantes cantidades de dinero y se firmen convenios de muy largo plazo, en función de oportunidades puntuales, mientras la capacidad de producción propia cae en forma indetenible por la falta de inversiones.
En repetidas oportunidades se exigió presentar a PDVSA – CITGO, la evaluación técnico económica de este proyecto para ser conocida y analizada, lo cual nunca ocurrió. Se firmó el Convenio a espaldas de la Asamblea Nacional que, afortunadamente, emitió una resolución advirtiendo la inconstitucionalidad y la ilegalidad de este Convenio que permitirá, oportunamente, cancelarlo, si se comprueba que lesiona el patrimonio nacional, tal como sospechamos.
En PDVSA, a nadie parece importarle los compromisos que se contraen a largo plazo ni las deudas que se asumen, producto la política del “ya que o del cómo vaya viniendo vamos viendo”, las consecuencias de estas incoherentes políticas de inmediatez, se verán a mediano y largo plazo. Esas propuestas parecen salidas del mismo horno en que Del Pino ha sacado los “injertos socialistas”.
Mientras el tiempo pasa, la destrucción avanza y, lamentablemente, hay daños que resultaran irreparables.
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Horacio Medina es ingeniero, ex Gerente de Planificación de Pdvsa. @unape