El Deportivo La Guaira se clasificó este miércoles a los octavos de final de la Copa Sudamericana 2016 al empatar 0-0 en el campo del ecuatoriano Emelec en el partido de vuelta de la segunda fase, gracias a los dos goles de ventaja conseguidos en la ida.
AFP
Conscientes de que debían remontar el 4-2 que los venezolanos le endosaron en su feudo, los ‘eléctricos’ ecuatorianos, bajo la batuta del uruguayo Alfredo Arias, saltaron al terreno de juego con un carácter marcadamente ofensivo, con cuatro jugadores en el frente.
Pero los ‘naranjas’ del timonel Eduardo Saragó, que saltaron con un 4-4-2 que les permitía defender el resultado y sorprender en caso de que los ecuatorianos dejaran espacios abiertos, resistieron con mucha solvencia durante los 90 minutos del partido disputado en Guayaquil.
El combinado venezolano se verá las caras en octavos de final con el San Lorenzo, que eliminó al Banfield en un choque entre argentinos.
Muy difícil lo tenían de entrada los locales para pasar de fase –un 2 a 0 o un 3-1 como mínimo-, pero desde que saltaron al césped del estadio Christian Benítez de Guayaquil (suroeste) mostraron un juego gris, con pocas ideas, que hacía prever un desenlace fatal.
El primer tiempo terminó en tablas, sin que ninguno de los dos equipos dieran sensación de superioridad ni creara grandes oportunidades de gol.
Pero en la segunda mitad, Saragó retocó sus filas para defender el marcador: cambió a un volante ofensivo, Hólger Matamoros, por uno más defensivo, Segundo Portocarrero, e hizo lo mismo más tarde al cambiar a Robert Burbano por Cristian Guanca también en la mitad del campo.
A partir de ahí, el partido se convirtió en un asedio ecuatoriano permanente sobre el arco venezolano, pero no dio frutos.
Los locales estuvieron cerca de sumar un tanto en varios ocasiones, como en la del gol anulado en el 54 por fuera de juego –claro aunque muy justo– al delantero Denis Stracqualursi.
En el 76, un centro de Portocarrero fue a parar a las botas de Ángel Mena en el área chica, pero éste no pudo convertir.
Stracqualursi, exjugador argentino del Everton inglés, se sacó un cabezazo en el 88, milagrosamente atajado por el portero visitante Felipe Núñez, convertido en el mejor jugador del partido.
Ya en el tiempo añadido, los venezolanos estuvieron a punto de marcar –y terminar de humillar a los ecuatorianos– con un disparo al travesaño de Darwin González.