El madurismo arrastra la Constitución por las tronchas de la segregación política

El madurismo arrastra la Constitución por las tronchas de la segregación política

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Por todos los flancos, el presidente de la Siderúrgica del Orinoco y de la Corporación Venezolana de Guayana, Justo Noguera Pietri (a quien muchos civiles afanosos y diligentes, quién sabe a cuenta de qué, insisten en llamar el mayor general), ruletea por trochas violatorias la Constitución de Venezuela, publica Correo del Caroní.

Antes, un alto. ¿Cuál es el punto de partida? Un acto del viernes 9 de septiembre en el que anunció la próxima inauguración de un centro de equinoterapia para niños.

En las declaraciones, Correo del Caroní abordó a Noguera acerca de los cinco sidoristas (uno de ellos, con 30 años de servicio) que denunciaron sus despidos por firmar para apoyar el referendo revocatorio presidencial.

La fuerza de sus palabras se concentró en la amenaza: “Ellos mismos se botaron con su actitud y el que aparezca otra vez (firmando), también se va a ir, mientras yo esté aquí”.

El porqué: para el presidente-mayor-general, es inaceptable que un trabajador piense lo que su criterio determine. Y, por ende, que lo exprese. ¿Serán los criterios cantados en voz alta una de las causas por las que Sidor bajó, en cuanto a la producción de acero líquido, de más de cuatro millones de toneladas en la era Ternium al millón melifluo con el que cerró 2015? Era mejor que lo explicara Noguera.

Lo que sí dejó en claro fue que en Sidor las obediencias gobierneras deben ser estrictamente perrunas: “Si voy a hacer política activa, hágala en su casa, pero Sidor se respeta (…) no voy a aceptar a nadie que venga a hablar contra (el expresidente Hugo) Chávez, porque esto lo nacionalizó, ¿quién?, Chávez (…) es la realidad, manifestaron contra el Gobierno, contra el Estado. ¿Quién genera los pagos? El Estado, Chávez… Ellos (los trabajadores despedidos) fueron los que iniciaron la problemática. Ellos mismos se despidieron por su actitud abierta y descarada contra el Estado”.

Argumentos de sobra 

Se retoma el punto de inicio: las trochas violatorias por las que Noguera arrastra la Constitución. Establezcámoslo por orden numérico: el primer atajaperros del presidente-mayor-general es con el artículo 21: la igualdad de las personas ante la ley. Para Noguera, el principio se fundamenta en el credo a Hugo Chávez.

Luego, el 72, que establece que cualquier cargo de elección popular es revocable y, por tanto que cualquier venezolano puede participar en los procesos de organización de la consulta. Esto, para Noguera, es actuar “abierta y descaradamente contra el Estado”. Un detalle: la Constitución no ordena que la participación en estas consultas deba ser de forma agazapada y en escondrijos.

En tercer lugar, el artículo 93 apunta que “la ley garantizará la estabilidad en el trabajo”. Por tanto, “dispondrá lo conducente para limitar toda forma de despido no justificado. Los despidos contrarios a esta Constitución son nulos”.

Pero si lleva el asunto a otras jurisprudencias, hay más. Por ejemplo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas: “Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos enunciados en el presente Pacto”, determina el artículo 3.

La directora del Centro de Derechos Humano de la UCAB, Ligia Bolívar, recordó esta semana el Convenio 111 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), sobre la protección contra la discriminación a toda persona en cualquier en los empleos.

Argumentos de sobra tienen los sidoristas despedidos, abundancia que contrasta con la carencia defensora de un Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Similares (Sutiss) que, en este trance, ha visto un lado como si la cosa no fuese con él. Tienen, además, el argumento de que, justamente, Sidor, tapizada con las caras de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro, es un centro de adulación política.

La defensa de estos trabajadores frente a las tropelías de un hombre que cree tener bajo su mando a una tropa subyugada y no a profesionales que, antes que él, han dado parte de su vida a Sidor, es también un asunto de la sociedad guayanesa. Hacer lo contrario es ser cómplice. Ojalá que la misma frontalidad con la que justifica la botazón en Sidor la tenga Noguera cuando tenga que responder a la justicia.

Antecedentes

Abril 2015: el superintendente de mantenimiento Diego Carrero es despedido de CVG Carbonorca por no haber firmado en contra del decreto del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Una hora después de haber respondido a la pregunta de si firmó o no, recibió su carta de despido.

Junio 2016: tres funcionarios especialistas en aduana fueron notificados de despido después de 15, 25 y 32 años de servicio, respectivamente.

“En mi condición de máxima autoridad, según lo dispone el artículo 7 de la Ley del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria, cumplo con hacer de su conocimiento la decisión de removerlo y retirarlo del cargo”, empieza la comunicación para los tres funcionarios.

Julio 2016: cinco trabajadores de la Planta de Pellas de Ferrominera Orinoco fueron removidos de sus cargos y transferidos a otras funciones por haber firmado a favor del referendo revocatorio.

Julio 2016: la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) entregó cartas de despido, sin explicación alguna, a trabajadores con 10 y hasta 20 años de servicio. Su denominador común: haber firmado a favor de la activación del referendo revocatorio contra Nicolás Maduro.

Julio 2016: Luis Flores, ingeniero mecánico y trabajador de Sidor desde hace 34 años, también fue despedido por estampar su rúbrica en una de las planillas para la activación del revocatorio. “La empresa ha decidido prescindir de sus servicios”, le dijo una de las supervisoras del departamento, Sulma Rodríguez. Flores se desempeñaba como jefe del Departamento de Revestidos y Terminados de la Gerencia de Planos en Frío de Sidor.

Agosto 2016: no importó su cargo. Tampoco sus más de 28 años de servicio en la empresa. En CVG Alcasa despidieron a siete gerentes de la planta que firmaron a favor de una consulta pública nacional para decidir si Nicolás Maduro sigue en la Presidencia de la República.

Agosto 2016: Humberto Avendaño, Tatiana Vallejo y Mayra Martínez, otros tres sidoristas con años de servicio, fueron notificados de su despido sin explicación alguna. Todos tienen en común haber firmado por el revocatorio.

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