Hay que ser claros, no debemos mentirle a la gente. Buscamos el Referéndum para el 2016 y lo podemos alcanzar, sin embargo al Sol de hoy, no se ha logrado tener un cronograma que garantice el revocatorio este año. Pero, ¿Por qué no?
La respuesta pareciera simple, desprenderse del poder tras 17 años no debe resultar tarea fácil. Ante esta profunda crisis económica y el alto rechazo a la figura del presidente, el gobierno ha comenzado a mover sus fichas al costo que sea necesario con tal de mantenerse en el poder, siendo capaces de cualquier cosa. No les importa meter preso a dirigentes políticos, reprimir ferozmente a los ciudadanos o generar terrorismo de Estado. No pareciera haber diferencia o límite alguno con tal de aferrarse al poder. Solo por citar una de las más recientes arbitrariedades de este régimen tenemos el caso de Yon Goicoechea, un joven dirigente de Voluntad Popular a quien hoy le están pasando una factura pendiente desde hace 9 años cuando lideró el movimiento de estudiantes que derrotó a Chávez en 2007.
Estos sujetos, sin escrúpulos ni temor alguno, se encuentran inmersos en situaciones tan oscuras y turbias que en cualquier país del mundo serian imperdonables, círculos viciosos que los han llenado de dinero y de poder, pero en mafias de las cuales no pueden salir. Sin duda, hay que tender puentes con dirigentes del chavismo para garantizar la transición, pero hay muchos que saben que la justicia internacional irá tras ellos. Hay que seguir negociando, bajando los costes y apostando a la transición.
Entendemos que no estamos en democracia, vivimos en un país en donde las elecciones no son limpias, donde la justicia es injusta y donde hablar del PSUV pareciera ser igual que hablar del gobierno o peor aún, del Estado. No nos enfrentamos a unos demócratas.
Cuando con claridad los dirigentes del PSUV y altos personeros del gobierno nos dicen con cinismo y desvergüenza que el Referéndum Revocatorio será en el 2017, debemos entender que ese es el juego del CNE. Apostarán a postergar fechas, alargar períodos y hacer cualquier triquiñuela que les permita ganar unos días más. Es por ello que es nuestro deber mover no solo las fichas de juego sino además sacudir el tablero.
Sin duda el poder hará todo lo posible por no permitir el Revocatorio, somos nosotros, los ciudadanos, los que nos duele el país, los que tenemos que presionar de manera pacífica, constitucional pero de forma contundente para tener una salida electoral. Esto no es un tema legal, es un tema político. Debemos obligarlos, por medio de la presión popular organizada y pacífica a realizar el Referéndum este mismo año. Podemos lograrlo.
Tenemos el blindaje legal, la Asamblea Nacional, el apoyo de la comunidad internacional y más de un 80% de venezolanos tras esta causa. Además lo mostramos con claridad el 1ero de Septiembre con más de 1 millón de personas en las calles de Caracas.
Nuestra estrategia en adelante debe ser mantener la presión creíble. Intimidar a la dictadura con gente dispuesta a estar en la calle el tiempo que sea necesario y las veces que se convoque. La dictadura tiene que saber, y con ello nosotros tenemos que negociar, que si no nos dan el Referéndum Revocatorio para este año las calles se le llenarán de gente exigiendo una salida inmediata a la crisis, porque Venezuela quiere elecciones y una transición en paz.
Tenemos que seguir siendo una amenaza válida y pacífica contra el gobierno. Ellos entienden que pueden gobernar siendo minoría, pero tienen que entender que no pueden ir en contra de una mayoría en las calles, movilizada pacíficamente y con una firme voluntad de conseguir el cambio político.