La esposa del afro-estadounidense cuya muerte desató esta semana protestas en la ciudad de Charlotte hizo público el viernes un video con dramáticas escenas previas y posteriores a que su marido fuera ultimado por la policía.
AFP
Hasta el momento, la policía se ha negado a hacer públicas imágenes tomadas por sus propias cámaras, que se supone muestran que Keith Lamont Scott representaba una amenaza para los agentes.
El video filmado con un teléfono inteligente por su esposa Rakeyia Scott, entregado por sus abogados a varios medios, incluida la AFP, incrementará la presión sobre las autoridades de Charlotte para dar a conocer sus propias imágenes.
El clip de dos minutos y 16 segundos no muestra precisamente los disparos, pero captura los momentos que llevaron a ellos, cuando la esposa de Scott pedía a los oficiales que no tiraran.
“No le disparen. No le disparen, no tiene arma. No tiene arma. No le disparen”, se le escucha decir, al comienzo de la filmación.
“Tiene una TBI, no les va a hacer nada muchachos”, dice ella, aparentemente refiriéndose a una lesión cerebral (traumatic brain injury).
Varios vecinos dijeron a la AFP que Scott, de 43 años, era minusválido y tenía problemas para hablar, entre otros.
En el video se escucha a la policía gritar: “Tire el arma!, Tire el arma!”
“No dejes que rompan el vidrio. Baja del auto”, le pide ella a su marido.
“Keith. No hagas eso. Keith baja del auto”, dice ella.
“Keith, no hagas eso”, repite, un momento antes de que se escuche el sonido de cuatro rápidos disparos, momento en el cual el celular está desviado del lugar de los disparos.
Después Scott yace boca abajo en el asfalto, rodeado de policías.
“¿Le dispararon, le dispararon?” grita Rakeyia Scott. “¿Le dispararon? Mejor que no esté muerto, carajo”.
“Es todo lo que sé, mejor que no esté muerto, carajo”.
La imagen muestra a Scott inerte en el suelo.
“No me acerco a ustedes, los estoy filmando”, dice la esposa.
“Estos son los oficiales de policía que le dispararon a mi esposo y mejor que esté vivo. Mejor que esté vivo, porque él no les hizo nada”.
La familia de la víctima, al igual que muchos en Charlotte, discrepan con la versión de la policía de que Scott estaba armado con una pistola. Su familia dice que tenía un libro.