Júnior Joneido González Rodríguez, de un año, agonizó durante dos días en el barrio Mariu Urdaneta, sector Curarire. Los médicos le diagnosticaron un cuadro de desnutrición severa hace cuatro meses. En el rancho que residía con su madre Julia Rodríguez pasó los últimos días. “Mientras lloraba de la fiebre tenía problemas para respirar”, reseña La Verdad.
El pequeño tenía dos días con fiebre y diarrea, el pasado miércoles su situación empeoró y falleció en su casa a las 11.00 de la noche, de un paro respiratorio. Los familiares recibieron ayuda de Rubén Palmar, director de Pueblos Indígenas para costear los gastos funerarios. “Comemos lo que se puede y a veces nada”, dijo el ama de casa.
La madre del bebé relató que el menor de sus seis hijos había sido intervenido tres veces este año, en un centro asistencial. La última vez ingresó en mayo con neumonía. “No tengo dónde dejarlos, por eso es difícil salir a trabajar y conseguir que comer”. La madre soltera solicitó ayuda en la Gobernación, pero aún no recibe respuesta.
Un vecino la acompañaba en las adyacencias de la morgue y recordó que “en el barrio ya van cinco niños que mueren de hambre”, agregó que la situación es delicada en el sector.
Seis niños muertos por desnutrición ha registrado la Policía en dos meses.