La coalición opositora de Venezuela, decidida a buscar elecciones anticipadas para acelerar la salida del presidente, Nicolás Maduro, anunciará este lunes sus planes para enfrentar unas limitaciones legales que hacen casi imposible la realización de un referendo revocatorio en el 2016, reseña AP.
Por FABIOLA SANCHEZ, Associated Press
La oposición recurrirá a acciones de calle y presión internacional para buscar cambios en las limitaciones que impuso el Consejo Nacional Electoral (CNE). El organismo estableció un breve plazo, del 26 al 28 de octubre, para recolectar las firmas del 20% de los electores que se requieren para activar el referendo. Sin embargo, entre los analistas persisten las dudas de que esas presiones basten para lograr los objetivos.
Si Maduro fuera revocado después de cumplirse la mitad de su mandato de seis años, en enero de 2017, la ley establece que sea reemplazado por el vicepresidente de turno en lugar de adelantar las elecciones.
Aunque al menos 7 de cada 10 venezolanos están a favor de celebrar el referendo revocatorio este año, según señalan las principales encuestas locales, no está claro cómo podrá la coalición opositora movilizar a esa porción de la población para presionar la salida electoral a la crisis que enfrenta Venezuela, que ha golpeado la popularidad de Maduro.
El dirigente encarcelado Leopoldo López afirmó la noche del domingo, en un mensaje de la cuenta de Twitter que maneja su esposa, que la oposición tiene un mes para cambiar las condiciones de la recolección de rúbricas, y sostuvo que eso se logrará con la protesta pacífica.
“El revocatorio puede y debe ser este 2016! No hay ninguna justificación, ética, histórica, jurídica, política ni técnica para que no sea así”, dijo López al asegurar que el logro de la consulta dependerá de que la oposición se mantenga unida y de su capacidad de movilización.
Una de las dudas planteadas en el proceso es si la coalición opositora podrá mantenerse cohesionada. Ya algunas pequeñas organizaciones han alzado sus voces, al margen de la alianza, con llamamientos a no acatar las condiciones impuestas por el CNE y a recurrir a las protestas para presionar la salida del gobierno de Maduro.
El secretario ejecutivo de la alianza, Jesús Torrealba, reiteró este lunes que la oposición no reconocerá la exigencia del CNE de reunir las rúbricas del 20% de los votantes en cada uno de los 23 estados, sino que lo hará a nivel nacional, alegando que eso es lo que establece la constitución.
Otro de los obstáculos que deberá superar la oposición tiene que ver con las 5.392 máquinas que aprobó el CNE para validar las huellas de los electores. Estos equipos resultan insuficientes y podrían impedir que la coalición alcance 20% de las firmas.
“La primera batalla de la oposición es tratar de modificar estas condiciones para el 20%, o bien obligar al chavismo a pagar el costo del cierre de la salida electoral”, dijo a The Associated Press el consultor político Edgar Gutiérrez, y agregó que la coalición puede recurrir a acciones combinadas que pasan por la presión internacional y las “acciones de calle desafiantes” para alcanzar sus objetivos.
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