El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó este jueves que la economía argentina ha dado signos de recuperación en los últimos meses, pese a los indicadores que la ubican en recesión.
AFP
“Hemos visto avances muy importantes”, dijo el director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, en Buenos Aires.
Werner integra la misión técnica del organismo que realiza en Argentina una revisión de la marcha de la economía en cumplimiento del llamado artículo IV del organismo que establece revisiones periódicas en todos los países miembro, aunque el país sudamericano no las permitía desde 2006.
En un comunicado difundido en la sede del FMI en Washington, la entidad multilateral señaló que “corresponde felicitar al gobierno por su claro compromiso para bajar la inflación a niveles de un dígito y reducir el déficit fiscal”. El elogio fue dirigido al presidente Mauricio Macri, líder de una alianza de derechistas y socialdemócratas que asumió en diciembre.
Werner participó este jueves de la conferencia anual de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) que se desarrolla en la capital argentina.
“Coincidimos con la visión que presentó el ministro (del Interior Rogelio) Frigerio sobre la recuperación por la que está atravesando el país desde los últimos meses y las proyecciones para el año que viene, con un crecimiento positivo de la economía argentina”, dijo Werner.
La tercera economía latinoamericana se encuentra en recesión, con una tendencia confirmada el martes por el INDEC al registrar en julio una caída de 5,9% en la comparación interanual.
La tasa de desocupación se sitúa en 9,3% y la pobreza alcanza a uno de cada tres argentinos (32,2%) mientras hay 1,7 millones de indigentes, según indicadores divulgados el miércoles.
La inflación superaría 40% este año, aunque las proyecciones oficiales estiman que se ubicará en torno a 17% en 2017.
El mercado interno está deprimido con una caída del consumo del 7,4% en agosto mientras los sindicatos negocian medidas de emergencia bajo amenaza de una huelga general.
Crítica al kirchnerismo
En la declaración difundida en la capital estadounidense, el director del equipo técnico, Roberto Cardarelli, afirmó que Macri puso en marcha una “transición ambiciosa y muy necesaria hacia un marco mejor de política económica”.
El informe indicó que Macri debió afrontar “desequilibrios macroeconómicos generalizados, distorsiones microeconómicas y un marco institucional debilitado”. Cardarelli los atribuyó a los gobiernos peronistas de izquierda de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015).
Néstor Kirchner tomó la decisión en 2006 de no depender más de los créditos del FMI por considerar que los supeditaba a planes de ajuste ortodoxos y recesivos. Por tal motivo le pagó toda la deuda en efectivo por unos 9.600 millones de dólares. Los Kirchner criticaron al FMI por no anticipar la peor crisis económica y política de la historia argentina en 2001.
“Es importante que el proceso de corrección de la inflación como también el de equilibrio fiscal, se vayan llevando a cabo teniendo en cuenta los impactos sobre la economía real y siendo cuidadosos en la gradualidad necesaria para que esos procesos se den de la mano de una reactivación económica”, advirtió Werner.
Macri impulsó medidas de ajuste drásticas, entre ellas 11.000 despidos de empleados públicos, aunque sindicatos estiman que junto al sector privado suman un total de 200.000.
También impulsó aumentos en las tarifas de luz, gas, agua y transporte de entre 200% y 2.000%, algunos frenados en la justicia por asociaciones de consumidores y de pequeñas y medianas empresas en grito de auxilio.
Werner recomendó al gobierno “racionalizar el gasto” público, cuando el déficit se sitúa en torno al 7%.