Táchira se encuentra en alerta epidemiológica en fiebre amarilla y encefalitis equina, siguiendo las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud y el Ministerio de la Salud”, expresó el doctor Américo Márquez, epidemiólogo regional, sobre la fiebre amarilla, quien dijo que es un proceso viral proveniente de Africa y que es trasmitido por el mosquito Aedes Aegypty, reseña La Nación.
Por Nancy Porras
En el caso específico de la fiebre amarilla en el estado Táchira, se tienen dos epizootias donde debe mantenerse la vigilancia epidemiológica: una proviene del estado Zulia, que pasa por el municipio Panamericano hacia Colombia; y la otra viene de la selva de San Camilo, pasa por los municipios Libertador y Fernández Feo y se dirige hacia Colombia.
—Hay que mantenerse en vigilancia estricta; y es por ello que existe una relación directa con Salud Ambiental, la cual hace las constantes demarcaciones, además se da una comunicación directa con la comunidad que está atenta al comportamiento del mono araguato, es decir si hay o no mortalidad en este animal, que es el huésped del virus que causa esta enfermedad, para hacer los estudios correspondientes y saber si su causa de muerte es por fiebre amarilla– aseveró.
Recordó Américo Márquez que se declaró este estado de alerta porque la Organización Mundial de la Salud confirmó la presencia de dos casos positivos de fiebre amarilla en Colombia, uno en el departamento de Chocó, está distante de Venezuela pero igual se deben tomar previsiones. Y el otro es el departamento de Vichada, que sí es frontera con Venezuela por el estado Bolívar y Apure, y el Táchira está muy cerca de Apure por el área de Fernández Feo y Libertador.
Equipo multidisciplinario
Tomando las medidas de prevención correspondientes ya se hizo el proceso de formación de equipo multidisciplinario, que debe estar atento ante cualquier situación.
Lo primero que van a hacer es buscar los casos febriles, a quienes se les hacen los exámenes de rutina y se le anexa el de fiebre amarilla, a fin de buscar este tipo de diagnóstico.
Actualmente en los tipos de barridos que se han hecho no se ha encontrado ningún caso de fiebre amarilla; no obstante, se insiste en hacerle entender a la población la importancia de eliminar los criaderos de zancudos, subrayó.
–El segundo paso abarca el proceso de inmunización, es decir, colocar la vacuna, esto no quiere decir que todo el mundo se va a inmunizar, se hace en contra carnet, que significa que a la persona que ya esté vacunada no se le aplicará nuevamente, porque este producto biológico es para toda la vida y se aplica desde los niños de un año hasta los adultos de 59 años— enfatizó el epidemiólogo regional.
-¿Hay suficiente producto biológico?
–Sí, actualmente contamos con la vacuna contra la fiebre amarilla. Trabajamos en la búsqueda de los cuadros febriles, eliminación de los criaderos de mosquitos y la aplicación del producto biológico. Hace más de diez años que en el Táchira no hay casos de fiebre amarilla, patología que de ser tratada a tiempo, el paciente puede recuperarse, de allí que el médico debe estar atento; si una persona presenta un cuadro febril y con ictericia, está en la obligación de hacer un diagnóstico deferencial de fiebre amarilla.
Encefalitis equina
También se ha llamado a un estado de alerta en encefalitis equina, proceso viral que causa dolor de cabeza, fiebre, náuseas, pero también hay un problema neurológico en el ser humano, cuyo agente transmisor es el mosquito Aedes Aegypty, que pica al caballo, la mula o un burro y luego al ser humano, precisó el doctor Américo Márquez.
–Esta alerta se maneja desde hace más de mes y medio, luego que en Colombia se murieron varios equinos y al hacer los respectivos estudios se llegó a la conclusión de que la causa de su muerte fue por encefalitis equina.
Ante tal situación presentada en el vecino país, se hizo un censo de équidos a nivel de todas las caballerizas y fincas del Táchira con la finalidad de ir a la vacunación de estos animales — expresó.
Para la encefalitis equina se comienza con un tratamiento clínico, donde el neurólogo aplica el tratamiento, incluso algunos pacientes ameritan ingresar a la Unidad de Cuidados Intensivos; sin embargo, normalmente se recuperan.