Puede ser que desde este humilde teclado uno pueda estar o no de acuerdo con una u otra postura en cada uno de esos procesos, desde la lejanía y la más absoluta temeridad, es inevitable tomar posición en relación a cada debate que se plantea en otras latitudes. Cuando a uno le interesa lo público, tiende a interesarse en todo lo público y evidentemente tengo mi lectura de lo ocurrido y mis desacuerdos con algunos de los resultados, pero ese no es el tema de este editorial.
El caso es que, en medio de tales procesos electorales y de consulta, en esos países tuvo lugar algo que resulta obvio para todos ellos, pero para los venezolanos es tan inusual que es necesario, muy necesario comentarlo. En Colombia, Brasil y Hungría los árbitros se comportaron con absoluta imparcialidad, la noticia los días previos a las consultas y el mismo día de las consultas, fueron los procesos y sus resultados, no el árbitro electoral.
Que envidia me producen esos países en los que sus organismos electorales no son noticia, eso sucede solo porque hacen su trabajo, asumen su rol sin tomar partido por ninguna de las partes. Aquí en Venezuela sucede todo lo contrario, en lugar de facilitar procesos electorales el árbitro los obstaculiza, dificulta que se concreten y de paso sus representantes exigen respeto.
El respeto de un árbitro se gana a pulso, con cada decisión apegada a derecho y con una conducta equilibrada y respetuosa, no con esta secuencia de vulgares manipulaciones, violaciones a nuestra Constitución y de insultos a la inteligencia de los venezolanos.
Tantos años de estudio, tantos desvelos, toda una vida trabajando en función de ganarse el respeto de su familia, de sus amigos y de sus allegados, para que ahora las cuatro rectoras tiren todo por la borda solo para complacer a unos pocos que tienen hasta el alma hipotecada. ¿Qué sentido tiene enlodar sus nombres por cuatro gatos que no lo merecen?
Sin duda alguna, este domingo las grandes derrotadas fueron las rectoras. El gran derrotado en Brasil, Colombia y Hungría fue el CNE de Nicolás.
Diego ScharifkerConcejal de Chacao @DiegoScharifker