Desde el sábado hasta ayer en horas de la tarde se instalaron los consumidores en las afueras de los establecimientos de Catia la Mar con la esperanza de conseguir algo. Aseguran que desde hace un par de semanas la pernocta ha vuelto a su rutina debido al suministro insuficiente de comida que tienen, reseña La Verdad de Vargas.
A las 11 am del domingo llegó Alberto Briceño a la Distribuidora 93 y se instaló con mucha paciencia a ver si este lunes llegaba “aunque sea un kilo de harina de trigo porque en mi casa no tenemos nada”.
Declaró que siempre tiene que salir a zanquear porque “últimamente las bolsas de comida están viniendo más vacías y más caras. Se que lanzarme este maratón no está bien, que es inseguro, pero no me queda de otra”.
Por su parte, Ronaldo Narváez, contó que tuvo una jornada interrumpida porque llegó en la mañana, marcó su lugar, fue a trabajar y regresó “cansado a la cola a las 6 pm porque el abastecimiento que tenemos en Playa Grande en las bolsas casa por casa es insuficiente”.
Ambos dijeron que hay que armarse de valor y estar dispuesto “a aguantar sed, hambre y calor. No podemos gastar nada porque no sabemos ni siquiera en cuánto van a llegar los productos, si es que llegan”.
Un grupo de mujeres, que esperaban sentadas en la acera con sus niños en brazos, comentaron que la pernocta en los espacios públicos incrementó hace poco debido a los supuestos desvíos de los camiones de rubros básicos.
Laura Quijada, quien acudió con sus dos hijos desde bien temprano sin darles desayuno, insistió en que “simplemente nos exponemos porque lo que nos da la Gobernación no alcanza. La semana pasada amanecí tres días seguidos para nada porque se llevaron los camiones. Nadie sobrevive con dos harinas nada más, menos una familia entera”
En la conversación intervino Héctor González quien denunció que en Barrio Aeropuerto dejó de atenderlos Mercal hace más de tres meses y desde entonces el sustituto gubernamental ha sido “peor el remedio que la enfermedad porque nos dan cinco artículos para 15 días, tengo que venirme con miedo a las 7 de la noche para resolver la papa”.