Para el concejal de Cuentas Claras por el municipio Valencia, David Araujo, la gestión del gobernador Francisco Ameliach es la peor que ha tenido Carabobo a través de toda su historia, pues el mandatario regional ha priorizado sus labores como militante del PSUV, del cual es una de sus principales figuras, antes de sus responsabilidades como funcionario al servicio de todos los carabobeños que –en algún momento- confiaron en que haría una mejor gestión gracias a que contaba con el apoyo cercano del gobierno nacional.
Nota de prensa
“Ameliach no supo traducir el hecho de que es una de las principales figuras del chavismo a nivel nacional, y de que cuenta con el respaldo del gobierno, para traducir esa condición en obras de progreso para los carabobeños, pues si hacemos un balance de todas las cosas que prometió durante toda su campaña, los resultados obtenidos son casi nulos, lo cual convierte a esta gestión en una de las más estériles de toda la historia de nuestro estado”.
Recordó que en diciembre del año 2012, el actual gobernador aseguró que para esta fecha Carabobo sería un territorio libre de ranchos, pues aseguraba -en aquel entonces- que gracias a la integración coordinada entre el gobierno nacional y el local, así como a la Gran Misión Vivienda Venezuela, todos los carabobeños tendrían una casa digna, con espacios para el bienestar y el desarrollo humano.
“Ese cuento de hadas tuvo un final muy triste, pues quien recorre el estado sabe que cada día la pobreza se ha incrementado y muchas personas viven en ranchitos de lata y cartón, sin los más mínimos servicios sanitarios, en amplias zonas donde lo que abunda es la miseria, el hambre, las enfermedades y las promesas de que algún día alguien se acordará de ellos y les dará la vivienda prometida. Promesa que, por cierto, nunca llega”.
El concejal hizo mención a la promesa –hecha ese mismo año- en la que Ameliach hablaba sobre las potencialidades económicas de Carabobo, las cuales eran favorables para que el estado pudiese convertirse en un importante eje de desarrollo industrial, científico y tecnológico.
“¿De qué nos sirvió que Carabobo tenga una situación geográfica privilegiada y que cuente con todas las potencialidades para el desarrollo industrial? De nada. Pues más de 5 mil 200 empresas cerraron nada más durante el primer semestre de 2016 por falta de materia prima; tristeza da que la zona industrial de Valencia, antes orgullo no sólo de los carabobeños sino de los venezolanos, esté operando al 25% de su capacidad instalada”.
Según el dirigente de Cuentas Claras, el balance negativo se extiende si se abordan temas como la seguridad o la falta de ejecuciones de obras públicas ofrecidas durante la campaña del gobernador chavista.
“Recuerdo al primer mandatario regional anunciar el arranque de un programa de seguridad denominado “Cerco de Seguridad”, plan a cargo del General de Brigada (GNB) Arístides Herrera Ruso, que pondría un fin a la inseguridad en el estado. Se prometieron sistemas tecnológicos como cámaras de vigilancia, GPS, servicios de ambulancias gratuitos, entre otras cosas. ¿Alguien ha visto algo de eso por allí? Ni cámaras, ni GPS, ni servicios de ambulancia gratuitos, ni patrullajes. Por cierto, durante los primeros meses del 2016 se estima que se perpetraban unos 6 asesinatos al día; y el año anterior terminó con unas 1.900 muertes, sin contar los terribles casos de secuestros que cada día van en aumento”.
Obras incumplidas
Dentro de las obras recordadas por el concejal de Cuentas Claras, destacan la recuperación del vertedero La Guásima y la ejecución de túnel San Diego – Valencia, ambas de gran importancia para el estado, una por su repercusión en la salud de los carabobeños, y la otra por su impulso al desarrollo económico y social al unir dos importantes municipios que conforman la gran Valencia.
“Todo el mundo quiere saber dónde están los 600 millones de bolívares que asignó el Consejo Legislativo del estado al gobernador para el saneamiento del vertedero que nunca se realizó. Pero esto no termina aquí, posteriormente llegaron a la conclusión de que había que hacer uno nuevo porque el que existe había cumplió su vida útil y se asignaron otros 300 millones. Pues ni el viejo ni el nuevo y eso lo sentimos los carabobeños cuando vemos nuestros municipios llenos de basura porque la Guásima muchas veces no recibe los camiones”.
Con relación al inacabado túnel de San Diego, Araujo se cuestionó que se esté adelantando esta obra que fue prometida para el año 2015 y a la cual se le invirtieron, según cifras del mismo gobierno, 95 millones de euros y más de 600 millones de bolívares.