El Gobierno se volvió a equivocar si planeó que con la decisión ilegal e ilógica de las rectoras oficialistas del CNE el pueblo se iba a resignar y desmovilizar. Ahora hay más entusiasmo porque el ciudadano se ha puesto como meta derrotar las arbitrariedades de un régimen, al que sólo le preocupa su permanencia en el poder y para nada le importa el bienestar de los venezolanos.
Pero no es una tarea sencilla. Bueno, ninguno de los retos que le ha tocado a la Unidad sortear ha sido sencillo. Todos están llenos de maniobras oficialistas y trampas disfrazadas de decisiones institucionales. Pero con madurez, consenso y organización se han venido superando los obstáculos.
Esta es una etapa que requiere de mucha organización, pero no sólo de los partidos políticos, sino fundamentalmente de los ciudadanos. Se trata de construir una sinergia que permita abarrotar los centros de recolección para demostrar una vez más al Gobierno y al mundo quien de verdad es la mayoría en Venezuela.
Se necesita que cada venezolano venezolano que desee un cambio, establezca contacto con sus vecinos y se organicen para establecer esa alianza con los partidos y así superar con mucha superioridad ese 20% que pide el CNE. No sería la primera vez, porque en las dos etapas anteriores hubo mucho de la sincronización voluntaria de los venezolanos.
Pero también se necesita que se difunda amplia información para que la gente sepa a dónde acudir, porque el Gobierno jugó perversamente para diseñar una distribución de centros y máquinas que no se ajusta para nada a la densidad electoral. Concentró recursos en parroquias con pocos electores, mientras redujo en aquellos sectores de muchos ciudadanos.
Quedan pocos días y debemos reforzar la coordinación entre los distintos factores de la Unidad. Esta es una tarea de todos y no un esfuerzo partidista. Cada ciudadano que quiera un cambio debe sumarse. Quedarse en sus casas o sitio de trabajo es hacerle el juego a Maduro y su modelo. Actívate y participa.
@PabloPerezOf