Primero el béisbol, luego la diplomacia y ahora el fútbol. Después de siete décadas, Cuba y Estados Unidos volverán a jugar este viernes un amistoso en La Habana que, sin embargo, podría terminar en humillación para los isleños.
AFP
El mundo ya se acostumbró a que los acercamientos entre los exrivales de la Guerra Fría lleven el membrete de “histórico”.
No en vano debió pasar medio siglo para que los dos países – separados por unos 200 km desde sus costas – restablecieran las relaciones diplomáticas, y barcos y aviones comerciales de Estados Unidos regresaran a territorio cubano este año.
El 22 de marzo Barack Obama y Raúl Castro asistieron en La Habana a un juego de exhibición de béisbol, que coronó la primera visita de un mandatario estadounidense a la isla en 88 años.
Esta vez el fútbol se sumará a la nueva era Cuba-Estados Unidos.