El hombre tiene muchos siglos buscando la justicia, sobre todo aquellos gobernantes que buscan la justicia para sus gobernados. Desde los tiempos de Darío el Grande (Ciros) 539 a.C., la humanidad ha tenido pruebas sobre los primeros intentos de un gobernante que respeta los derechos de sus pueblos, como se pudo demostrar a través del hallazgo de los cilindros, donde se encontraron pruebas que en las escrituras se reflejan el interés por respetar los derechos de las personas.
Podemos hablar de Confucio alrededor del año 400 a.C, quien diseñó una forma de gobernar que propuso a muchos príncipes, cosa que éstos nunca dieron la oportunidad para aplicar esa metodología a sus gobiernos. Por su parte, en aquel tiempo de la historia y según varios escritos que lo explican, se llegó al punto en que Lao-Tsé le había dicho a Confucio que jamás podía implementar su forma de gobierno. (Recordemos que algunos dudan de la existencia de Lao Tsé porque según ellos, era considerado como un Maestro Antiguo).
Sin embargo, Confucio consigue gobernar en una pequeña comarca, y en las normas dentro de las leyes que establece, podemos encontrar que por primera vez un gobernante crea una ley donde expresaba que se debían proteger a los niños y a los ancianos, así como también crea una ley generando controversia porque esta decía que la mujer debía caminar del lado opuesto al hombre, lo cual ha generado muchas interpretaciones. Incluso, estos fueron los primeros vestigios documentados de la búsqueda de la justicia por el hombre, sin dejar de lado para nosotros, aquellos quienes creemos en Cristo, que la Biblia desde sus primeros libros Génesis, Éxodo y Levítico, podemos encontrar claramente cómo Dios nos indicaba las leyes que debemos seguir para que podamos ser justos y para tener justicia.
Luego llega Jesucristo quien representa la mayor prueba histórica de la humanidad por la búsqueda de la justicia, y sacrifica su propia vida en un mundo donde reinaba la injusticia y donde se había perdido la fe, lavando nuestros pecados e indicándonos cómo vivir para guiarnos a ser justos con los demás, incluso sin esperar que lo sean con nosotros.
La humanidad parece no haber aprendido de todos estos sacrificios y la pregunta sería, ¿Está Usted dispuesto a ser justo con los que le rodean en un mundo y sobretodo en un país como Venezuela, donde nosotros los ciudadanos no tenemos lo suficiente para cubrir las necesidades alimentarias, sociales y seguridad ciudadana? Para muchos esto se debe a que nos han quitado algo, pero la verdad y siguiendo un pensamiento de Ghandi, si hoy no tenemos justicia en nuestro país no es porque nos la quitaron, sino porque la hemos cedido.
Escrito por: Abog. Elizabeth Castillo Medina. Directora de Mediación de Conflicto Redes por la Vida A.C
Dr. Leonardo Prieto. Certificado N.1 en Venezuela en nivel 1 y 2 de Filosofía Kingiana de la Universidad de Rhode Island y Vicepresidente Redes por la Vida A.C