El tema de quién está dentro y quien fuera de la Constitución debe ser muy relevante porque ella es el seguro para los derechos de los ciudadanos, el marco de control del Estado y la normativa que separa a los regímenes autocráticos de la democracia. Puesto que el punto no es sólo jurídico, hay que atender sus repercusiones en determinadas audiencias sensibles a él, entre ellas la Fuerza Armada.
Podemos y debemos fundamentar las razones constitucionales de nuestras luchas, superando el aspecto declarativo al cual casi siempre nos hemos limitado. La decisión oficialista de aprobar el presupuesto nacional en tumulto, es un puñetazo a la legalidad que debe ser respondido, en primer lugar con un acuerdo legislativo formal que fundamente las violaciones que implica, los riesgos para terceros y las irregularidades en las que incurren los responsables de perpetrar tal barbaridad.
Podemos y debemos luchar para que el CNE cambie todas las decisiones que restringen la participación de los electores o que contribuyen a despojar el referendo de sus efectos revocatorios. En ninguna parte de este continente, con excepción de Cuba donde se gana la votación antes de que ocurra, hay un órgano electoral que despoje arbitrariamente del voto a un 70% del padrón electoral. Ninguno se toma un mes para dar los resultados, aún en procesos manuales. Son aspectos cuya modificación ( N° de centros, máquinas, horarios y boletín a tiempo real) habría que pelear, junto al de la jurisdicción regional, porque también son contrarios a principios universales del derecho electoral.
Estas decisiones ahorcan a la democracia con guantes ficticiamente legales. Medidas que impiden una votación oportuna a los efectos de materializar el revocatorio con imparcialidad y transparencia. Podemos y debemos luchar, durante las jornadas de octubre, para exigir que el CNE actúe como sus equivalentes en Argentina, Perú o Colombia.
Las sentencias del TSJ disolviendo de facto a la Asamblea Nacional, que carecen de asidero jurídico e implican la sustitución del poder electoral por otro órgano y una usurpación de funciones que sólo corresponden al poder constituyente, no son “trompadas estatutarias”. Podemos y debemos refutar y rechazar, razonada y contundentemente, las graves faltas cometidas por “magistrados” salidos de una caja de sorpresa. Podemos y debemos denunciar este atropello ante la opinión pública internacional.
Cinco decisiones personales a considerar: 1. Liberarnos del hábito de pensar con el cerebro del gobierno. 2. Respaldar a la MUD, pero presionar para que ella mejore el vínculo con los ciudadanos y ponga en manos de la gente un repertorio de acciones de protestas descentralizadas. 3. Defender la unidad en la MUD y en la sociedad que no se doblega a la cúpula oficialista, incluidos buena parte de los partidarios del proceso, porque es el inicio de un nuevo pacto entre la sociedad, los partidos y el Estado. 4. Ayudar con todo a la gran victoria del 26, 27 y 28 de octubre. 5. Sentir la emoción de ser actores de un histórico cambio de gobierno y de país.
@garciasim