Apple y Samsung se enfrentaron este martes ante la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos sobre el alcance de la patente que protege el diseño del iPhone, que el fabricante sudcoreano copió para sus propios smartphones.
AFP
Por coincidencia del calendario, el nuevo asalto en la batalla entre ambos gigantes, que se inició en 2011, se produjo en momentos en que el fabricante coreano anunció el cese definitivo de la producción de su modelo Galaxy Note 7, un modelo de alta gama hundido por problemas de diseño de la batería que explota.
El primer debate se concentró en la controvertida multa de 400 millones de dólares aplicada a Samsung por haber parcialmente copiado el diseño del modelo iPhone, de Apple.
Pero la cuestión central presentada a la Suprema Corte es la que se refiere precisamente a la existencia de las licencias que protegen el iPhone.
La Suprema Corte estadounidense no se ha manifestado sobre patentes de diseño en más de un siglo, y ahora tiene por delante redefinir un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de la propiedad intelectual.
Por ejemplo, Samsung ha sido condenada por haber utilizado en sus productos detalles patentados por Apple, como los bordes redondeados en las carcasas de sus teléfonos, así como algunas características de los íconos que aparecen en las pantallas.
Una corte de apelaciones señaló que Samsung debe vertir a Apple todos los ingresos obtenidos con las ventas de sus teléfonos parcialmente inspirados en el iPhone.
En respuesta, el gigante surcoreano afirma que no es razonable estimar el tamaño de una multa sobre el valor total de un teléfono celular, que contiene centenares de piezas, por la violación de patentes de apenas un puñado de detalles.
Altamente técnico, el debate judicial se arrastra ya por cinco años y podría tener enormes repercusiones en diversos sectores de la industria, donde el diseño ocupa un papel fundamental.
Samsung señala que la multiplicación de patentes frena la innovación y aumenta los riesgos de interminables y costosas batallas judiciales.
Apoyos de ambos lados
En su apelación a la Suprema Corte, Samsung recibió el apoyo de gigantes de la industria de punta, como Google, Facebook, Dell o Hewlett-Packard, así como de una influyente asociación de profesores de derecho.
De su lado, Apple cuenta con el apoyo de grandes empresas de la moda, como Calvin Klein o Adidas, así como de juristas especializados en los derechos de propiedad intelectual.
Para Matthew Siegal, especialista en derechos de propiedad intelectual, “un sólido dispositivo de patentes fuerza a las empresas tecnológicas a innovar, y no a copiar”.
En su visión, “las diferencias entre los teléfonos de Samsung y Apple se han tornado marginales a causa de las copias y no de la innovación”.
“Un smartphone es inteligente porque está compuesto por centenares de miles de tecnologías”, dijo el martes en la audiencia Kathleen Sullivan, abogada de Samsung.
“Un diseño no es un componente, un diseño se aplica a un objeto”, respondió Seth Waxman, abogado de Apple.
Samsung, aseguró, atrevesaba “una crisis de diseño” porque los clientes preferían de lejos al iPhone de Apple y el fabricante sudcoreano pudo mejorar sus ventas copiando un diseño indisociable del smartphone de Apple, agregó.
Después de esta audiencia, los jueces comenzarán a deliberar para tomar una decisión que puede demorar semanas o meses.