En el día de hoy, en la sede central de la Compañía de Jesús en Roma, los 212 jesuitas que participan en la Congregación General 36 dan inicio a una práctica de siglos llamada “murmuratio”.
Por Revista SIC
Se trata de cuatro días de conversaciones interpersonales e individuales y de intercambio de información. La “murmuratio” está pensada para preparar a los delegados para la elección que tendrá lugar el próximo viernes, 14 de octubre. Se trata de la elección del nuevo Superior General, el jesuita que guiará a la orden de sacerdotes y hermanos más numerosa en la Iglesia Católica Romana. El 3 de octubre pasado, el último Superior General, el P. Adolfo Nicolás, de 80 años, presentó su renuncia tras ocho años de servicio.
La práctica de la “murmuratio” fue establecida por San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús en 1540. En las Constituciones de la Compañía de Jesús, San Ignacio, dejó instrucciones a sus seguidores para dedicar un período de cuatro días a fin de “dejarse iluminar por quienes fueran capaces de dar información confiable” acerca de “quienes pudieran ser, en la Compañía universal, más adecuados” para el cargo de superior general.
Es de suma importancia remarcar que cualquier tipo de lobby o campaña electoral está estrictamente prohibida. Todo miembro de la congregación que tenga conocimiento de alguien que esté – directa o indirectamente – buscando el cargo de superior general, está obligado a denunciar esa información.
Los 212 jesuitas elegidos o designados para formar parte de la Congregación General 36 representan 66 países. Aunque algunos de los asistentes puedan haberse conocido previamente, la inmensa mayoría de los participantes en la congregación se encuentran en estos días por vez primera. Los cuatro días de “murmuratio” son una práctica peculiar de la Compañía de Jesús que ofrece una oportunidad para que los electores se conozcan mutuamente, al tiempo que comparten buscar información sobre posibles candidatos para el puesto de mayor responsabilidad en la orden.
El próximo viernes, 14 de octubre, después de cuatro días de “murmuraciones”, los electores de la Congregación General 36 se dirigirán al Aula de la Curia jesuita en Roma, situada a corta distancia del Vaticano, para elegir al 31º superior general de la orden en sus 476 años de existencia.