“A mi hijo lo agarraron, entre cuarenta personas, lo apuñalaron, aparte de eso lo colgaron para que se desangrara, lo bajaron y un conocido preso desde hace años en prisión fue quien lo descuartizó para dárselo de comer a todos los detenidos de Politáchira, y al que no lo hizo lo golpearon, le quitaron dedos, le partieron las piernas, le perforaron pulmones y al último que no quería le abrieron la cabeza con un martillo. ¡Fue atroz y desastroso lo que vivieron esas personas allá!” Así lo relató, este lunes, Juan Carlos Herrera, padre de uno de los desaparecidos del Cuartel de Prisiones, luego de las requisas al recinto donde los reos mantuvieron un motín durante un mes, reseña La Nación.
En rueda de prensa desde el partido Copei, acompañado de los diputados Franklin Duarte y Álvaro Peña, visiblemente afectado, Herrera expresó que uno de los presos que estaba junto con su hijo, Juan Carlos Herrera Aragoza, vio y le contó todo lo ocurrido. “Después de que salió en libertad él me hizo saber esto, aunque yo ya sabía algunas cosas. Él vio cuando colgaron a mi hijo, después lo bajaron y se lo comieron. Inclusive, a él lo obligaron”.
—Al ver lo que le hacían a los que se negaban a seguir la orden –continuó- el resto empezó a digerir la carne de mi hijo y la de otro muchacho, uno que le decían Anthony, yo no lo conocí nunca, ahora me conseguí con sus familiares afuera con el mismo dolor. Pero hay una tercera persona, porque el mismo muchacho me dijo que aquí no mataron dos, fueron tres, y esos restos están en el CICPC, creo que ya lo entregaron pero no le dijeron la verdad al país. ¡Déjense de tantas mentiras, sean conscientes! Si lo dijo una persona que estaba allá adentro y vio todo eso, es porque así fue— acentuó Herrera.
“También dijo el muchacho que habían despegado las letrinas de abajo del baño y por ahí botaron los restos”.
Indicó que su esposa se dirigió a la sede del CICPC a donde le dijeron que llevara una muestra de cabello para hacerle pruebas de ADN y compararlas con la información genética de una osamenta que, según comentó, “encontraron las autoridades pero no se sabe de quién es. Las partes de los otros ya saben que los pusieron por los desaguaderos”.
Precisó que tuvo comunicación con su hijo hasta el viernes 30, a las once y media de la noche: “Esa fue la última llamada que me hizo porque quería escuchar a su hija. Al día siguiente fueron a mi casa a llevarse un carro, porque me estaban extorsionando dos policías al igual que los familiares de otros presos para mantenerlos en calabozos menos peligrosos, y como no tenía cauchos dijeron que en la tarde irían por él. Les dije que si me pasaban a mi hijo yo les entregaba el carro, porque eso no me importa, la vida de mi hijo sí; y no fueron capaces de pasármelo”.
Ratificó que su hijo Juan Carlos Herrera permanecía recluido allí en Politáchira, desde hace 45 días, por el delito de robo de vehículos. Sin embargo, según lo publicó en su Twitter en enero de 2013 el jefe nacional del CICPC, Douglas Rizo, el joven fue detenido por el delito de homicidio.
“Iris Varela pudo evitar este desastre”
Advirtió Herrera que: “Yo no quiero que se vea esto como algo político, porque empezó, lamentándolo mucho, por un problema personal entre la ministra Iris Varela y el gobernador Vielma Mora, quienes no querían sentarse. Y fue hasta después de un mes que la ministra vino pero llegó tarde y no pudo evitar este fatal desenlace que enluta a mi familia”.
—La ministra sabía que si ella venía, hubiese evitado este desastre. En diez minutos entró con una gran prepotencia, pidió que le abrieran la primera reja y no nos dejó a pasar a los familiares ni a ninguno de sus escoltas, solo pasó ella, pasó la segunda puerta, hizo una llamada y de una vez esos muchachos entregaron a los rehenes. ¿Quién es ella para pasar sin escoltas y no tenerle miedo a lo que está pasando allí adentro? ¿Cómo confían en una mujer que duró un mes sin venir y no les había cumplido? Quiero que me lo explique— subrayó el pariente.
“Fui extorsionado por dos policías, temo por mi vida y la de mi familia”
El padre del desaparecido aseguró que teme por su vida y la de sus familiares y dejó por sentado que: “Si a mí o a alguno de mis familiares nos pasa algo es culpa de la señora ministra Iris Varela, quien es la que pareciera maneja muchas bandas organizadas dentro de las cárceles”.
Anunció que acudirá a la Fiscalía del Ministerio Público a solicitar una medida de protección y al mismo tiempo exigir una investigación sobre los hechos en los que según infiere fue asesinado su hijo.
Adelantó que sacará a la luz pública unas grabaciones que tiene en su poder donde, según dijo, “se evidencia que fui extorsionado. Primero, por el señor Escalante y segundo, por el señor Rubio que fue el que organizó toda esta masacre, porque él llegó a cobrar otra vez después de que Escalante lo había hecho”.
—A mí me quitaron 100 mil bolívares y me colocaron a mi hijo en una zona, pero no en la A-1 porque para estar ahí pedían 500 mil bolívares. De hecho, para permitir la visita de los niños, Escalante cobraba 10 mil bolívares y 10 mil por la visita conyugal, pero Rubio, quien sustituyó a Escalante, subió esta última tarifa a 15 mil bolívares y empezó a hacer traslados a San Antonio y San Josecito en represalia porque los familiares no pagaban— relató.
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