La libertad de expresión enfrenta una “regresión indudable” en el continente debido a viejas y nuevas amenazas, denunció hoy la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) durante los trabajos de su 72 Asamblea General en la Ciudad de México.
EFE
“El gremio continental ha registrado (en 2016) el asesinato de veinte periodistas; solo en México doce, además de cuatro en Brasil, uno en Venezuela, uno en El Salvador, otro más en Guatemala y, singularmente, uno en Estados Unidos”, informó la organización.
“En conjunto, lo que presenciamos es una regresión indudable en los niveles de libertad de expresión en el continente”, declaró el mexicano Roberto Rock, del medio digital La Silla Rota y copresidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
Al presentar los avances del informe de la Comisión, Rock dijo que este retroceso exige de la Sociedad la acción “firme y valiente que la ha caracterizado por décadas”.
Denunció además que el asesinato de periodistas “ha cobrado el carácter de una censura letal”, y que hay países con un destacado nivel de deterioro como Colombia, Ecuador, Bolivia, Cuba y Honduras.
“Por vez primera en años los reclamos en el norte del continente, en Estados Unidos y Canadá, se han agudizado”, señaló el reporte presentado por Rock.
La panameña Lourdes de Obaldía, de La Prensa de Panamá y también copresidenta de la Comisión, dijo que Venezuela destaca entre los países “donde el clima de hostigamiento exhibe una mayor crudeza”.
Por otro lado, Obaldía explicó que la apertura de Estados Unidos respecto a Cuba ha motivado una mayor participación ciudadana en la información en la nación antillana, y al mismo tiempo un “duro cerco oficial” sobre esta forma de expresión.
Cuba “no parece estar dando pasos necesarios para siquiera iniciar una normalización democrática”, alertó la periodista.
El reporte enfatizó que al acoso proveniente de los gobiernos y los políticos ahora se suman otros órganos del Estado provenientes del ámbito judicial que presionan a periodistas para que revelen fuentes o les coartan su libertad de investigación.
“El sistema integrado por portales de noticias de internet, blogs y otros espacios digitales protagoniza una novedosa batalla contra la censura desde diversas expresiones del poder político y económico”, señaló la SIP.
Apuntó que los ataques cibernéticos o campañas de desprestigio pagadas desde redes sociales constituyen “una nueva frontera de las formas de censura” que requiere de la intervención de la SIP.
Durante la Asamblea, que se inició el viernes y se extenderá hasta el lunes, la Sociedad presentó una aplicación para telefonía móvil que permitirá lanzar alertas tempranas en casos de ataques a periodistas o medios de prensa en el continente.
La aplicación SIP-Alert será una herramienta que estará disponible para todos los medios asociados y les permitirá generar alertas y notificaciones a socios, indicó la organización en un video de presentación.
“Será una alerta temprana para denunciar los ataques a la libre expresión en el continente, para notificar a los socios y para llegar a las personas con influencia”, añadió.
Roberto Rock, de La Silla Rota, anticipó que esta herramienta puede convertirse en un mecanismo que permita la reducción de casos de ataques a la libertad de prensa en el continente.
Durante la sesión inaugural del viernes, las conferencias estuvieron dominadas por dos temas: los ataques a la prensa y el candidato presidencial estadounidense Donald Trump.
El reclamo por los ataques llegó al presidente de México, Enrique Peña Nieto, en una inauguración que no fue especialmente cómoda para el mandatario, presente en el evento.
“Señor presidente, usted está ciertamente enterado de estos casos impunes y no perseguidos de asesinatos (de reporteros) en el país”, le dijo el presidente de la SIP, Pierre Manigault.
En una de las mesas de debate, el director del medio mexicano SinEmbargo, Jorge Zepeda, dijo que el “fenómeno Trump” es un reflejo de un mundo que premia la banalización de los temas y el entretenimiento por encima de todo, y puso como ejemplos las redes sociales y el afán de muchos usuarios por el “linchamiento”.