Dos temas primordiales figuran en la agenda del encuentro entre la gobernadora del estado de Roraima al norte de Brasil, Suely Campos, y el ministro de Justicia y Ciudadanía del país vecino, Alexandre de Moraes, quienes se reunirán este martes en la entidad fronteriza con Venezuela, publica Correo del Caroní.
María Ramírez Cabello/[email protected]
En primer lugar, la situación penitenciaria, tras una reyerta que dejó 10 muertos en una cárcel de la capital de la región, Boa Vista y, en segundo lugar, la migración de venezolanos.
Roraima es el primer estado de Brasil, al cruzar la frontera con Venezuela en el municipio Gran Sabana, al sur del estado Bolívar. La localidad de Pacaraima queda al margen de la frontera, mientras que Boa Vista, capital de Roraima, queda a dos horas por vía terrestre. Desde mediados de año, decenas de venezolanos han usado este paso fronterizo no solo para abastecerse de alimentos, sino también en busca de trabajos y mejores oportunidades de vida.
En la hazaña, numerosos venezolanos han conseguido empleos, tras solicitar permisos formales de trabajo; mientras otros han incursionado en el sector informal, tocando el extremo de la mendicidad.
En la reunión participarán, reseñó el medio local Folha, el congresista Hiran Gonçalves y la secretaria de Estado de Justicia y Ciudadanía, Uziel Castro. De acuerdo con la reseña, la migración de venezolanos se ha convertido en una cuestión de seguridad pública. “Es necesario que haya un entendimiento para tratar de resolver los problemas creados o agravados con esta inmigración. Se trata de una cuestión de calidad de vida para los dos pueblos”, dijo Campos.
La mandataria destacó que la migración ha afectado las arcas del Estado, sin apoyo del gobierno federal en materia de salud y educación. Folha agrega que en el hospital Celio Tupinambá, situado en Pacaraima, la primera comunidad brasileña al cruzar la frontera con Venezuela, la atención de venezolanos subió 400% este año, mientras que el número de estudiantes matriculados en las escuelas de Roraima asciende a 1.000.
En un comunicado, el Ministerio de Justicia y Ciudadanía dijo que una misión del gobierno federal visitará Roraima para evaluar la situación de los venezolanos y añadió que se han iniciado conversaciones con el gobierno de Roraima para llegar a una solución en los municipios más afectados por el movimiento migratorio.
“El gobierno tiene la obligación de garantizar, a nacionales y extranjeros, respetar su dignidad (…) estamos buscando todas las alternativas para dar una digna bienvenida a esta población”, afirmó.
Crecen solicitudes de asilo
El número de solicitudes de asilo de venezolanos creció a 1.805 en 2016, un número superior a las 1.096 entre 2010 y 2015, informó el Ministerio de Justicia. Se esperaba que para tratar la ola migratoria se instalara este lunes un gabinete de emergencia, pero su constitución no pudo ser confirmada por Correo del Caroní.
La secretaria de relaciones internacionales del gobierno de Roraima en el norte de Brasil, Verónica Caro, informó la semana pasada a Correo del Caroní que la masiva migración de venezolanos al estado brasileño no genera aún un estado de emergencia.
“En la frontera hay venezolanos, colombianos y peruanos y hay mucho movimiento por la situación de la comida, pero si uno analiza la frontera con Colombia es otra dimensión. Acá es regular, que se incrementó sí, pero no hay un colapso”, explicó.
No obstante, la gobernadora de Roraima, Suely Campos, declaró -según reseña Folha– que “esta situación requiere una acción inmediata de emergencia, con la coordinación entre los distintos órganos de la estructura del gobierno”.
Envían comisión de inspección
El gobierno federal enviará a Boa Vista una comisión encabezada por el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, para evaluar la situación, recolectar números precisos y elaborar respuestas a este problema, reseñó este lunes la agencia AFP.
“La alcaldesa de Boa Vista (capital del estado de Roraima) está preocupada porque la estructura del municipio no tiene condiciones de absorber el número grande de personas que vienen a hacer compras, a trabajar” o a utilizar los servicios de salud y en ocasiones acaban quedándose más de un día en territorio brasileño, explicó a periodistas el jefe de Gabinete de Brasil, Eliseu Padilha, tras la reunión en Brasilia, según reseñó AFP.