La escasez de cauchos ha aumentado la demanda de reparaciones y la compra de “chivas” para solventar el desabastecimiento. Como resultado, sus costos han sufrido notables incrementos que los propietarios de vehículos y transportistas deben pagar con el fin de mantenerse operativos, reseña La Verdad de Vargas.
Conseguir neumáticos nuevos se ha convertido en una tarea bastante difícil, no solo los de precios regulados, sino también los que se cotizan en el mercado negro. De allí que surge la necesidad de comprarlos que otros desechan, que anteriormente eran lanzados a la basura y ahora se venden.
A principios de 2016, un parche para caucho de moto costaba Bs. 300, mientras que de autobuses, Bs. 600. Actualmente el servicio en general oscila entre los Bs. 2.000 y 4.000, “todo depende de las dimensiones del hueco”, dijo Roger Alfonar, encargado de una cauchera en El Teleférico, Macuto.
Comentó que otra de las fallas con las que deben luchar las caucheras es con la mala calidad de los implementos de trabajo, ya que desde diciembre de 2015 no venden tripas porque no garantizaban un trabajo final de calidad.
“Lo que hacíamos era perder tiempo y dinero porque uno montaba una tripa nueva y a los dos días venía el chofer exigiendo una pieza nueva. Así se nos iba todo el paquete”.
Señaló que los requerimientos de zapatas han aumentado en más de un 50%. “Aquí se les hace tachón a los cauchos lisos para mejorar su agarre en el pavimento. También los cosemos y pegamos zapatas cuando se rompen por los costados, de esa manera se alarga su tiempo de vida”,